Rafa campeón tras vencer a Federer

Insiste Rafael Nadal en que lo importante es sumar títulos, que los récords permanecen como pequeños alicientes, conquistas pasajeras. También su posición en el ‘ranking’. Lo que persistirá en esta semana que muere será el trofeo conquistado en Madrid en su reencuentro con Roger Federer (6-4, 7-6(5) en dos horas y 11 minutos), a quien ahora domina por 14-7 en el balance de duelos personales (10-2 en tierra). No le derrotaba desde la final de Australia 2009. [Narración y estadísticas] [Álbum del partido]
Nadal sumó el 39º título de su carrera, el 28º sobre tierra batida, tantos como Lendl y Nastase. Conquistó también su decimoctavo evento Masters 1.000, uno más que Agassi, y entró en la historia como el primer tenista capaz de conquistar los tres grandes torneos sobre ‘arcilla’ previos a Roland Garros (Montecarlo, Roma, Madrid). Su espectacular reacción en los meses de abril y mayo le permitirá llegar a París en el segundo puesto de la clasificación tras batir a un ‘top cinco’ por primera vez desde hace un año, también en Madrid (semifinales contra Djokovic).
Con cuatro errores casi consecutivos, dos con la derecha y dos con el revés, Nadal dejó escapar la temprana renta obtenida en el juego anterior, el tercero del partido. No hubo de acordarse más tarde el balear de aquella ausencia de puntería. No sería relevante en un duelo irregular, de constantes idas y venidas, muy lejos de la calidad demostrada otras tardes por los dos mejores tenistas del circuito. El esperado pulso no alcanzó la altura deseada porque Federer no mostró la precisión de cirujano de días anteriores. No flotó esta vez sobre la arcilla de Madrid. Se vio más lento, en ocasiones indeciso y errático desde el fondo de la pista, incómodo al revivir la experiencia de tener que enfrentarse a los efectos y los movimientos de Nadal, al martilleo constante sobre su revés alto. El español tampoco ofreció lo mejor de su repertorio. Funcionó a tirones, sensaciones que van y vienen, sobre todo en el primer parcial, resuelto a su favor en 56 minutos no sin antes salvar cuatro de los siete puntos de ‘break’ afrontados durante esa primera manga.
Nadal aprovechó la energía del momento para insistir en el ataque sobre su oponente. No le costó encontrar la fórmula clásica, el remedio infalible contra el número uno, la descarada carga del juego sobre su revés. 12 de los 33 errores del suizo se produjeron con este golpe y 19 con la derecha, con la que arriesga mucho más. “Ante un zurdo resulta más complicado jugar de revés”, se justificó después el defensor del título. “Esa es la táctica de Rafa en tierra, aunque no siempre le funciona. Pero en otras superficies él es capaz de jugar de manera diferente”.
Federer falla con el revés
Como tantas otras ocasiones, Federer comenzó a desangrarse por la izquierda. Por allí se fue el primer juego del segundo set, la tercera ruptura en su contra. Pero Nadal volvió a revelarse como un tenista más inconsistente cuando domina el marcador. Tampoco a él le funcionó el revés cruzado hasta bien avanzado el encuentro. De nuevo entregó el servicio nada más quebrar el de su rival, aunque esta vez poco pudo hacer ante un envío impecable de Federer.
El tenista de Basilea no sólo había perdido la puntería desde la línea. Su primer servicio le abandonó el día más inoportuno. Apenas sumó el 59% de los puntos disputados con el primero. Careció también de criterio cuando decidió buscar la red, cuando se sintió acorralado, asfixiado dentro de una Caja. En la zona de ataque sólo sumó en la mitad de sus intentos. Dudó en dos de sus acercamientos y recibió dos reveses, cruzado el primero, paralelo el segundo, para entregar su servicio por cuarta vez en el encuentro. Le costó a Nadal, pero finalmente encontró las buenas sensaciones con una de sus armas capitales.
El rey indiscutible de la ‘arcilla’ con 15 triunfos consecutivos en 2010 por ninguna derrota, apenas dos sets concedidos durante la racha –ante Gulbis en Roma y ante Almagro en Madrid-, confirmó al fin su ventaja y subió el 4-2 al marcador, pero su oponente encontró en la dejada, el golpe al que menos recurre porque, entre otras cosas, no lo necesita, una vía para aferrarse al partido, a una victoria que le hubiera situado con 63 títulos ATP, tantos como Bjorn Borg, quinto en el ‘ranking’ histórico. Dos caricias inalcanzables para Nadal generaron el séptimo ‘break’ del choque y restablecieron la igualdad (4-4).
La siguiente dejada de Federer, con 5-4 a su favor y servicio de Nadal, fue otra cosa. Igual de plástica, de envenenada, pero Nadal la esperaba. La alcanzó y la devolvió cruzada, suave, igual de bella, para revolucionar de nuevo la central de la Caja Mágica y evitar mayores problemas con su saque. Así, en un set sin gobierno, se hizo inevitable el ‘tie break’.
'He jugado puntos de partido mucho más bonitos que éste'
El desempate se resolvió con ocho ‘minibreaks’ y cuatro errores consecutivos de Federer que concedieron a Nadal dos puntos de partido (6-4), el primero con su saque, tres remontar un 2-4. Demasiado conservador con su segundo servicio el español, Federer neutralizó el primero con una derecha cruzada. El segundo, con el número uno al servicio, se lo regaló a Nadal la superficie deficiente de la pista Manolo Santana. Un bote tan defectuoso como inesperado le dejó paralizado, sin respuesta. Su raqueta no encontró la bola. “He jugado puntos de partido mucho más bonitos que éste”, relativizó Federer, “pero estas cosas suceden en tierra batida”. Un epílogo descafeinado para un duelo sin la electricidad de otras tardes y del que Nadal sale muy reforzado

elmundo

Rafa vence en la final de Madris a Federer demostrando que está a por todas de nuevo, digue batiendo records estos tres torneos en tierra seguidos, supera a Agassi en Mastesr 1000 y va apor Lendl y Nastase ne torneos en tierra, denrto de poco Roland Garros y se ha visto fortalecido con esta victoria sobre Federer, vamos RAFa que da gusto verte donde solía, ENHORABUENA