martes, 29 de junio de 2010



Los medios ingleses han saltado a la palestra mintiendo para tratar de demostrar que el Gran Premio de Europa, disputado el pasado fin de semana en Valencia, no estuvo manipulado para favorecer a Lewis Hamilton (británico), que adelantó ilegalmente al coche de seguridad y, a pesar de ello, no obtuvo una penalización real: “Sólo hubo siete minutos de retraso” en la penalización a Lewis, aseguran.
Fernando Alonso denunció antes los medios que la carrera había sido manipulada, debido al tiempo que los comisarios tardaron en imponer la sanción al piloto de McLaren y que hizo posible que “la penalización no tuviera ninguna repercusión en la posición final.” Pero el proceso de la penalización fue correcto, según afirma también Mark Hughes (británico), analista de Fórmula 1 en la BBC (canal de televisión británico): “Lo que pasó el domingo fue todo lo contrario a una manipulación. Sólo fue una respuesta sistemática sin tener en cuenta a quién beneficiaba o perjudicaba”.
Para Hughes, Charlie Whiting, director de carrera (británico) estaba más preocupado en el accidente de Mark Webber. Una vez resuelto, tuvo que recopilar imágenes del helicóptero e información del coche de seguridad, pues tenía “dificultades para establecer una penalización a Hamilton.” Hughes sigue defendiendo a Charlie asegurando que el director de carrera “se convenció que se había cometido una infracción sólo después de haber recopilado toda esta información.”
El periódico The Guardian (británico) tampoco podía quedarse parado para justificar lo pasado el domingo: cita a los comisarios de la FIA, que aseguran que el procedimiento seguido en la sanción para Hamilton fue el correcto pues “sólo hubo siete minutos de retraso en imponer la sanción a Lewis, y no las veinte vueltas que asegura Alonso”. Dichas declaraciones, recogidas también en las agencias de noticias (británicas) difundidas a todo el mundo, aseguran que desde que Hamilton adelanta ilegalmente al coche de seguridad y se anuncia la investigación pasan siete minutos. Después, pasan otras cuatro vueltas hasta que se concreta la penalización, momento en el que Hamilton tiene otras tres vueltas más para cumplirla.
Pero mienten, pues en realidad pasan once vueltas y veinte minutos desde que Hamilton incumple el reglamento hasta que se anuncia el inicio de la investigación: el accidente de Webber tuvo lugar al final de la vuelta nueve. Justo cuando Sebastian Vettel pasa por la línea de meta iniciando la décima vuelta se anuncia la salida del coche de seguridad. En esa misma vuelta se produce la infracción de Lewis Hamilton, cuando el coche de seguridad salta a la pista y Lewis y Alonso pasan por meta. En la siguiente vuelta (la undécima) entra Lewis Hamilton a repostar, pero Fernando Alonso no está detrás de él, por lo que es fácil entender que algo ha pasado.
Desde entonces, nadie dice nada oficialmente hasta la vuelta vigésimo primera, veinte minutos después del adelantamiento ilegal, tiempo suficiente para que Lewis Hamilton abriera un hueco de ocho segundos sobre Kobayashi. La penalización se da a conocer en la vuelta vigésimo quinta, cuatro vueltas más tarde. En ese momento, Hamilton había logrado una ventaja respecto a Kobayashi de casi doce segundos. Lewis entra a cumplir su sanción (un paso por boxes sin detención) al inicio de la vuelta vigésimo séptima (al final de su vuelta vigésimo sexta) y pierde poco más de diez segundos. Resultado: regresa a la pista sin perder posición.
Si Hamilton cumplió correctamente la penalización y todo el proceso se llevó a cabo perfectamente bajo las normas legales, precisas e imparciales (según afirman los medios ingleses) entonces es que el reglamento falla, al imponer una penalización más leve que la ventaja obtenida por el infractor. Y fallan los comisarios y el director de carrera, lentos a la hora de imponer una sanción de forma inmediata, en un deporte en el que el tiempo es oro.
Falla el proceso de arbitraje de este deporte si, con todas las cámaras, pantallas, tecnología de última generación, sensores, cronómetros y comisarios, el director de carrera encuentra dificultades a la hora de sancionar a alguien que rueda segundo, adulterando claramente el resultado final (a propósito o no) de la carrera. Falla un campeón del mundo que hace trampas y sonríe orgulloso. Algo falla, en definitiva, si quien incumple las reglas llama envidioso y mal perdedor a quien respeta deportivamente el reglamento. ¿Quién está dando el mejor ejemplo a la juventud?


F1.com


La prensa inglesa la que nos machacaba cuando se producían las injusticias contra Fernando en el 2007, que presionaba a todo el mndo parea beneficiar a Hamilton sale ahora a la palestrea en su defensa y nmiente, no fueron siete muinutosd si no 20, nos hurtaron hábilmente las imágenes, tiene que reclamar el pìloto porque solamente los de la televisión de Ecclestone y la FIA sabía de ello, que estaba preocupado Whiting de Webber es normal ( aunque más bien parece que estaba en otros cálculos), lo estábamos todos, luego viene ese tramposo empedernido, niñato de las narices que hace lo que le viene en gana y se mete con quien cumplió, los datos están ahí y quien adelantó al safety lo sabemos, donde salió el mismo lo sabemos, y lo que se tardó en imponerle la sanción lo sabemos, como también sabemos que iba teniendo cada vez más ventaja gracias a Kobayashi que hacía tapón, es muy difícil que, sin que medie alguien que calcule, le haya salido tan bien al de siempre

2 comentarios:

pro_magicalonso dijo...

Paso de la prensa inglesa, esos ya sabemos donde van a estar y que les da igual que su piloto haga lo que haga, tanto si es legal conmo si no, ya que lo apoyan, así que paso olimpicamente de todos ellos.
Un abrazo

silvo dijo...

Lo peor es que tienen demasiada influencia, según parece

Un fuerte abrazo pro_mágica