domingo, 6 de septiembre de 2009

Alonso llevó al éxtasis a 170.000 personas



En la víspera de la exhibición, durante una cena junto a un grupo de periodistas, Fernando Alonso dejó bien claras sus intenciones: "Hay que ir muy deprisa con los coches previos al Fórmula 1. Si se sigue a rajatabla el programa sólo podré dar cuatro o cinco vueltas, y eso es demasiado poco. Hay gente que está durmiendo en el circuito para verme ese ratito". Y cumplió lo prometido. El ovetense fue a la carrera de un kart de competición a un Renault Mégane RS de calle, de éste a un espectacular Mégane Trophy de 320 CV y logró terminar con nueve vueltas y media al recorrido subido al R28 con el que ganó en Japón y Singapur.
Fernando alcanzó los 280 km/h en la subida del Paseo de Toreno y, con un estruendo a su paso de 140 decibelios, condujo al éxtasis a 170.000 enfervorecidos aficionados que inundaron las calles de Oviedo. Ésta fue la última estimación de la Policía Municipal, porque la primera hablaba de unos 140.000. Claramente por encima, en cualquier caso, de lo previsto. De Gijón a la capital del Principado en los trenes no se cabía, parecía el metro de Tokio. Y a la antigua Vetusta llegaron autocares con aficionados de toda España. Fue una locura marcada por las medidas de seguridad y el excesivo celo para que ningún periodista, de un medio escrito, pasara a un paddock convertido en un plató al servicio exclusivo de las televisiones.
Las virguerías del campeón con el R28 fueron una muestra de lo que es capaz el mejor piloto del mundo. Llegó a girar en redondo (los famosos donuts) sin manos. Dejó girado el volante y se dedicó a saludar con las dos manos mientras el coche obedecía en una inenarrable serie de trompos. Se levantaba la visera ante la grada y derrapaba con una mano. Se paraba, aceleraba a fondo, primera, segunda, tercera A 18.000rpm hasta la sexta velocidad. Y vuelta a empezar. Con el famoso gesto de los pajaritos. Al terminar, se subió al morro del coche y saludó a los aficionados que coreaban su nombre, bañó a algunos de ellos en champán y le regaló un casco al alcalde.
Antes, le recordó a su hermana Lorena (que decía, nada más bajarse del coche, "es impresionante ver la ciudad así") su maestría con el derrapaje también con un turismo. Justo por las calles donde ella y Fernando paseaban de pequeños, y con el recuerdo presente para Fernando de su recientemente fallecida güela María: "En acontecimientos así te acuerdas de la gente de la familia que no está y le habría gustado verme en casa. Supongo que lo harán desde arriba".


As


Vino con ganas, quiso darnos lo mejor de sí, lo consiguió, este bicampeón que ha aparecido de un país que tenía solamente unos peleones, casos de Adrian, Pedro, Marc, Luis, Emilio Di Villota, Emilio Zapico, Alex y Antonio, pero apareció el mejor PILOTO Y PERSONA aunque les pese a, no se que son "negadores de la evidencia", el mejor decía ha dado todo y todo ese gentío se volvió a casa cansado pero contento, doy fe de ello, estuvo el kart porque quiso él, y vaya como corre el condenado, así ha hecho filigranas impresionantes, los dos coches Renault y el E28 que lo paseó varias veces, lo ha conseguido no quería dejarnos con ganas de coche, ha dado todo, ha volado para que pudiéramos verle, ha hecho trompos, ha parado y reanudado la marcha para ue viéramos la aceleración del coche, ha venido porque ha querido era su deseo y el nuestroclaro, la ciudad se ha ahorrado más de un millón de euros, y lo que dices al final Fernando, ayer mientras te veía, me acordaba yo de tu abuela, que te llevaba al colegio, lo feliz que estaría viéndote en Oviedo, seguro que te veía junto con tu abuelo que era otro fan tuyo enorme, eres el orgullo de Oviedo, gracias poe traer, de alguna forma la F1 y al MEJOR PILOTO a tu afición.


Silvo

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