jueves, 17 de septiembre de 2009

Un despido pactado, una venganza




MADRID.- Quizá ahora se crucen en alguna sala vip de aeropuerto y sí se saluden cordialmente, se pregunten por la familia o por las últimas vacaciones. Flavio Briatore y Ron Dennis, dos de los popes que han escrito la historia de la Fórmula 1 en los últimos 20, tendrán que ver el próximo Mundial por la televisión.
Hasta hace poco podían compartir fila en primera clase de un vuelo hasta Australia sin dirigirse la palabra. Se odiaban, despreciaban sus estilos contrapuestos, la sorna italiana y el porte inglés, sin saber que el destino les iba a emparejar en una jubilación inesperada y deshonrosa. La pareja tiene ya tema de conversación y un enemigo al que hacer vudú.
Los dos últimos jefes de Fernando Alonso han caído a manos de Max Mosley, el presidente de la Federación Internacional, que en su retirada ha querido coleccionar como trofeos las cabezas de los patrones de McLaren y Renault. Ambos salpicados por asuntos turbios, al margen de la ética y la limpieza deportiva. Dennis cayó finalmente como último culpable del caso de espionaje de su escudería a Ferrari en 2007. Enfrentado históricamente a la FIA, tuvo que marcharse para que su equipo pudiera respirar, tras una multa inicial de 100 millones de dólares y la suspicacia instalada oficialmente sobre cada una de sus acciones posteriores. El padre deportivo de Lewis Hamilton ha seguido estos días desde su mansión de Saint-Tropez el triste final de su antiguo rival. La historia le resulta familiar.
Cae Flavio Briatore, 'playboy' a la fuga, descubridor de genios al volante, icono de la vertiente más lujuriosa de la Fórmula 1. De acuerdo con Renault, ha decidido quitarse de en medio para reducir los daños de la escudería en el sucio 'caso Singapur', donde son acusados de forzar a su ex piloto, Nelsinho Piquet, a estrellarse para favorecer la escalada de Fernando Alonso, ganador final aquella noche de hace casi un año. La compañía francesa comunicó la salida del equipo del magnate italiano y de su máximo responsable técnico, Pat Symonds, quien presuntamente coordinó el amaño denunciado por Piquet y su padre.
La dubitativa declaración del ingeniero inglés a los enviados de la FIA, reconociendo que no podía hablar del tema "para no mentir", y los indicios recogidos en las atropelladas conversaciones de radio y en la telemetría han dado suficientes argumentos a los fiscales de Mosley para amenazar a Renault con una sonora sanción el próximo lunes, en el Consejo Mundial previsto para juzgar el caso.
Un desenlace imprevisto para Briatore y su equipo de abogados, que estaban convencidos, el pasado fin de semana en Monza, de que no se acumularían pruebas contundentes contra ellos y que, al contrario, Nelsinho podría acabar como un extraordinario fabulador. Recordaban multitud de maniobras sospechosas a posteriori, pero difíciles de confirmar. Por ejemplo, el adelantamiento final de Lewis Hamilton a Timo Glock, en la última curva de Interlagos, que dio el título al inglés en 2008.
Silencio de Alonso
Mientras tanto, dentro de los garajes, los mecánicos preferían callar sobre el turbio tema y Alonso, desmarcarse para no terminar enfangado en sus últimos días en la marca del rombo antes de marcharse a Ferrari. ¿Culpables o inocentes? Lamentablemente para una escudería bicampeona del mundo en 2005 y 2006, con fama de esforzada y méritos de ganadora modesta ante el imperio rojo de Michael Schumacher, su nombre queda así manchado por lo que sería, de confirmarse, uno de los mayores escándalos de la historia del deporte. Un veredicto pendiente y que quizá no tengamos porque la FIA y su presidente ya han conseguido lo que buscaban hace tiempo: la peor marcha posible de Flavio Briatore.
Renault, que pretende continuar a pesar de todo el próximo año en la Fórmula 1, ha escuchado las peticiones de Mosley a cambio de la garantía de obtener el lunes una sanción suavizada o directamente salir exculpada al no encontrar los investigadores la huella definitiva de las trampas en Singapur. Sabía que si no pactaba una solución, estaba perdida ante un tribunal al servicio del enemigo. Para rebajar los gravísimos raspones que su imagen está sufriendo, apuesta por una salida negociada y anuncia que ni siquiera peleará las alegaciones presentadas. Ahora, el Consejo Mundial se ve sin inculpados a los que sentenciar, ya que Briatore y Symonds están fuera de combate antes de la vista.
Pero Renault no se arredra y, con la tarjeta amarilla, en su huida hacia adelante quiere comenzar de nuevo, con un 'staff' técnico diferente –piensan en el ex campeón Alain Prost y en Frederic Vasseur, director en la GP2– y en una pareja estrella de pilotos para 2010, fichando a Robert Kubica y, en una desesperada intentona activada en las últimas horas, manteniendo a Fernando Alonso como principal atractivo para los patrocinadores.
En poco más de un año, tres prebostes del negocio estarán fuera de juego: Dennis, Briatore y el propio Mosley, que forzado abandona el cargo este otoño. En la gerontocracia de la F1 sólo resiste Bernie Ecclestone, con su mando a distancia cada vez más atolondrado.

elmundo

Ron Dennis había osado aspirar al cargo de Max Mosley, ahora se ve fuera de la F1, Flavio era abanderado del mundial paralelo, y causante de la marcha de Max, fuera tambié, Luca Cordero continúa ya que Ferrari es muy fuerte, Renault ha optado por la vía que más le interesa esos dos fuera, así me evito una sanción ejemplar, caso que ese tribunal, llevado por Mosley, reparta "injusticia", es injusto hasta las formas como actúa, un ejemplo sería un asesinato, el asesino inmune por contarlos y se ofrece inmunidad, también, a uno de los dos que le animan a ello, si son culpables están muy bien fuera, pero todos los que intervinieros también son culpables, y esa forma de hacer justicia de la FIA debe acabarse, y que se investigue todo no solamente lo que le da la gana a Max o quien esté, ya he leido en varios periódicos que Renault quiere a Kubica y a Fernando para el próximo año, creo que Fernando ya está, prácticamente fuera.

2 comentarios:

pro_magicalonso dijo...

Mosley es un .......... me callo, pero es de lo peor y se va matando, nazi tenía que ser para ser como es, solo los nazis son tan malos como él.
Un abrazo

silvo dijo...

Me estoy aguantando las ganas de decir qué es fuera de la f1 prio_mágica, alguien que se ríe de una tragedia de la humanidad, es un desviado mental, eso mínimo y lleva muy mal la FIA, quie es unórgano de justicia, en manos de quien estamos

Un fuerte abrazo