jueves, 26 de marzo de 2009

Bienvenidos al futuro, llegó la hora de la verdad




¿Quién ha hecho bien sus deberes? ¿Ha construido la FIA la Fórmula 1 que el aficionado quiere? Ya no valen teorías; el asfalto de Melbourne es la práctica. Desgranemos algunas de las claves de su carrera.
Calma. Un cielo azul. Luce el sol sobre Melbourne. El asfalto negro refleja sus rayos como espejismos lejanos. Las gradas, llenas. El habitáculo se antoja demasiado pequeño, “sobreprotector”. El volante es la única válvula de escape. Agarrarlo, la única manera de mantener la calma. Presionar su duro cuerpo inundado de palancas y botones. Los semáforos aún descansan. La concentración llega a tal extremo que todo se hace silencio: los gritos de los aficionados, el ruido de los motores, los obturadores de los fotógrafos… Todo parece transcurrir a cámara lenta. Nada existe ahora. Sólo con los ojos cerrados se alcanza el equilibrio perfecto entre calma y concentración. Los miles de kilómetros de entrenamientos, las noches en vela en la fábrica, las tácticas ensayadas hasta la saciedad con el director deportivo, las cábalas sobre las nuevas normas, el KERS, los alerones, las restricciones, las polémicas… Todo es un enorme lastre que se sitúa en un espacio imaginario entre el volante y el asiento del monoplaza. En medio de tanta tecnología, aleaciones, cables, ingeniería, informática… un corazón latiendo a ciento treinta pulsaciones por minuto. Ese es el corazón que, pese a todo, sigue alimentando este deporte, por mucho que nos vendan que esto es sólo un banco de pruebas para coches; es mentira: hay más; esto es un deporte. Los guantes vuelven a apretar. Sudor. Adrenalina. Hoy es un buen día para cambiar la Fórmula 1.
Hagan sus apuestasComo si la Fórmula 1 se preparada para recibir a la segunda década del tercer milenio, los cambios se producen a ritmo vertiginoso. La cantidad de novedades de este año supera a las temporadas anteriores, por lo que las incógnitas son múltiples. Melbourne se ha acostumbrado a esta incertidumbre, pues ha inaugurado las doce temporadas en las que ha formado parte de este deporte, menos en 2006, y siempre ha sido escenario de las novedades de cada año de los equipos, los pilotos y la FIA. Este año no será menos, gracias a una combinación de novísimos elementos tecnológicos y el regreso de viejos protagonistas mecánicos. La incertidumbre por quién será el ganador es mayor que nunca: tras un igualadísimo mundial en 2008, nadie puede poner la mano en el fuego por nadie.
McLaren parece estar sumida en problemas varios, tanto de rendimiento como de fiabilidad. Varios expertos ya han asegurado que los de Mercedes no brillarán especialmente en Australia. Uno de ello es el ex piloto Marc Surer: “No son faroles: me sorprendería ver a McLaren donde ellos quieren estar.” Según el ex piloto, uno de sus principales problemas es aerodinámico. No sólo los expertos hablan; el propio Norbert Haug duda mucho de que Lewis Hamilton pueda repetir la victoria conseguida aquí el año pasado: “En Melbourne estaremos en las últimas posiciones”. Así de tajante y pesimista… o realista, según se mire. Nadie puede saber hasta qué punto ellos mismos se creen sus palabras o si se trata de una demostración de sinceridad para con los patrocinadores y la afición. En cualquier caso, ver a Hamilton, todo un depredador del asfalto, partir desde el fondo del pelotón sería un espectáculo digno de presenciar.
Quien sí parece arrancar el año con mucha hambre es Felipe Massa; tras despedirse de 2008 con lágrimas en los ojos y una aplastante pero insuficiente victoria en Brasil, el de Ferrari quiere empezar fuerte el mundial. Y no son los únicos: Fernando Alonso quiere lograr su tercer mundial de una vez, y en Renault no les gusta llevarle la contraria. Alonso tendrá que continuar el trabajo empezado el año pasado, cuando consiguió algunos frutos al final de la temporada. Melbourne parece un buen escenario para empezar a soñar: aquí ha logrado cuatro podios, aunque sólo una victoria (2006). El año pasado realizó una demostración de gran pilotaje al acabar cuarto con un coche imposible. El R29 tiene que estar a la altura de las circunstancias esta vez. El español cree que será Ferrari el equipo más fuerte en tierras australianas y los rivales más fuertes. Batirles no debe parecer imposible: los últimos y esperanzadores entrenamientos invernales tienen que animarle como han animado a toda su afición. La octava temporada del asturiano debe ser mejor que la última, en la que sólo logró dos victorias. La evolución de Renault debe permitirle más alegrías. Hasta este jueves no tendremos las primeras palabras oficiales del bicampeón del mundo antes del inicio del gran premio. En TheF1.com se las ofreceremos inmediatamente, no pierdan detalle.
Por su parte, Brawn GP se ha revelado como la sorpresa de la pretemporada: han llegado los últimos y están los primeros. Sus tiempos en las pruebas invernales han asombrado tanto que sus pilotos están que tiran la casa por la ventana en sus declaraciones. Barrichello asegura que ganar en Melbourne no es una locura, mientras que Button encabeza las listas en la mayoría de las apuestas de Internet. ¿Tendrán buena parte de culpa los polémicos y, digamos, originales difusores traseros de sus monoplazas? La FIA les ha investigado, al igual que a Toyota, pero no ha encontrado ningún artículo del reglamento para prohibirlos. El resto de equipos está que trina, pero tendrán que aceptar su participación en Australia. Eso sí, después de la carrera podrán quejarse formalmente, lo que podría chafar una de las mejores bazas del equipo de Ross. Todo dependerá, en buena medida, del rendimiento real del equipo en las antípodas. En cualquier caso, es más que probable que los despachos tengan buena parte de protagonismo en la clasificación final del primer Gran Premio de 2009.La era del KERSOtro de los elementos que se estrenará en Australia, toda una revolución en la Fórmula 1, será el KERS, es decir, el sistema de recuperación de la energía cinética en la frenada. Explicarlo otra vez sería redundancia, así que simplemente hablaremos de su repercusión: muchas han sido ya las voces preocupadas que han advertido de las posibles averías y, por ende, abandonos que estos aparatitos pueden producir en 2009. El poco tiempo para perfeccionarlo y garantizar no sólo una fiabilidad óptima, sino un rendimiento que compense los cerca de treinta kilos que pesa, han hecho que algunos equipos, como BMW-Sauber, aún no sepan si lo montarán en sus monoplazas (cuando este artículo se confeccionó, en miércoles). En lo que están de acuerdo los expertos es en que esta temporada estará marcada por este elemento casi de ciencia ficción. En Australia veremos su estreno real con todos los bólidos sobre la pista, y podremos vislumbrar si será algo tradicional en el futuro de la Fórmula 1 o pasará de moda dentro de algún tiempo.
Lo que no pasa de moda son los neumáticos lisos. Al fin regresó una de las características que la Fórmula 1 no debió perder nunca. Fue hace once años cuando la FIA, asustada por la enorme velocidad alcanzada por los fórmula 1 de entonces, obligó a que los pies de los bólidos se calzaran con unas acanaladuras que redujeran la adherencia al asfalto, obligando a los pilotos a tomar las curvas a menor velocidad. Las quejas de los aficionados fueron sonadas, sobre todo porque en la práctica el espectáculo no se incrementó. Hoy regresan los neumáticos lisos, y con ellos y la ausencia del siempre odiado control de tracción, la Fórmula 1 vuelve a ser un poco más pura. Vamos de paseo, en un coche feoA lo que también habrá que acostumbrarse es a los nuevos alerones. La cosechadora de Lauda es sólo una anécdota; puede que los coches sean más feos, pero si eso permite más adelantamientos, luchas y espectáculo, bienvenida sea la fealdad. Lo que está claro es que los nuevos alerones no son menos feos que otras soluciones aerodinámicas realmente aberrantes del pasado reciente. ¿O es que hemos olvidado ya los horribles alerones laterales de 2001, parecidos a retrovisores, pero mucho más altos? ¿Y aquellos engendros que les crecieron al Arrows Asiatech y al Jordan el mismo año en Mónaco? La estética siempre ha sido discutible en Fórmula 1, pero los ingenieros no construyen coches para ganar concursos de diseño. La diferencia ahora es que ha sido la FIA quien ha impuesto unos alerones específicos. Sólo tras Australia veremos si ha merecido la pena sacrificar la belleza por el deporte; si no, haremos un concurso de belleza. Melbourne, un teatro al aire libreDesde hace trece años, la Fórmula 1 se ha acostumbrado a la peculiar pista de Melbourne. Un escenario sobre el que los pilotos sienten un nerviosismo especial, casi idéntico a un estreno teatral. Trazada sobre las carreteras de un céntrico parque urbano, este circuito ofrece una mezcla de curvas única en el mundial, ahora que Montreal ha desaparecido del mismo. El trazado es una mezcla de calles normalmente públicas (alrededor de un lago en el Albert Park) y pistas especialmente pensadas para unir las calles. Una buena muestra es la cuarta curva, originalmente, el aparcamiento de un campo de fútbol situado justo al lado.
Además de los inusuales radios de los virajes y las continuas frenadas, los muros y las escapatorias ofrecen color y riesgo a partes iguales. Los errores se pagan paro, y hay pocos lugares asfaltados en donde enmendar una pasada de frenada. Y es que, a pesar de la tendencia de la FIA de llenar de alquitrán la tierra fuera de la pista (que antes diferenciaba a los buenos pilotos del resto), Melbourne sigue fiel a sus coloridas escapatorias de grava que ya han dado buenos sustos, como al mismísimo Michael Schumacher en 2002, cuando dio dos vueltas de tonel en los entrenamientos libres. Efectivamente, los accidentes han estado presentes en esta pista desde su misma inauguración. Las fuertes frenadas tras rápidos tramos agravan el llamado “efecto acordeón” del pelotón, lo que propicia sustos como el sufrido por Martin Brundle en aquella primera carrera en 1996: su amarillo Jordan voló por encima del McLaren de David Coulthard, que se cruzó repentinamente en su trazada. A pesar de que su monoplaza se partió en dos, Martin salió ileso. Algo parecido le ocurrió exactamente en el mismo lugar a Jacques Villeneuve en 2001: su monoplaza despegó al impactar contra el de Ralf Schumacher cuando ambos se disputaban la posición. Un comisario de pista falleció al ser alcanzado por una rueda. En 2001 tuvo lugar uno de los accidentes más impresionantes, cuando Ralf Schumacher pasó por encima de Rubens Barrichello y voló varios metros. Siete monoplazas se vieron implicados en la colisión. Y es que, en Melbourne, los problemas en las primeras vueltas son habituales; habrá que tener mucho cuidados especialmente por los grandes alerones delanteros.
Para este año, la FIA asegura que ha realizado mejoras de seguridad en el trazado, como el aplanamiento de la duodécima curva, donde el año pasado Timo Glock se salió de pista, chocó contra un badén de tierra y sufrió daños en una muñeca. Nuevos pianos y escapatorias más amplias completan unas medidas de seguridad centradas, también, en la sexta curva, una de las más complicadas.
Y aunque la FIA quiere convertir las carreras fuera de Europa en nocturnas (para que los europeos no tengamos que madrugar), para un servidor ya es tradición pasar una noche en vela sobre mediados de marzo de cada año y dar así la bienvenida al mundial de Fórmula 1. Unos churros (para los españoles) acompañados de un buen chocolate caliente son imprescindibles para disfrutar una madrugada de buen espectáculo y vencer al sueño. Este año no será menos. Después de todas las polémicas, enfrentamientos, despachos, medidas y nuevas reglas, si la FIA realmente lo ha hecho bien y tenemos una carrera bonita, quizá, quién sabe, despertemos a los vecinos gritando de emoción. Que así sea

f1.com

Grandioso artículo en el que se estudia como se presenta la pretemporada,como se sienten los pilotos, camo Autralia es la primera y estrena las novedades, este año más que nunca, como McLaren parecía, digo parecía, mal, Brawn les moja la oreja a todos, Massa con bien coche pero incógnita sobre la fiabilidad, lo de los lisos, el alerón delantero, el trasero, los difusores, el kers, no es un coche feo el de este año, qué manía, ahora solo gusta lo "tuneado" jaja, y el circuito que tanta sorpresas ha provocado, rl pasado año Fernando cuarto sin coche, jaja, ya está aquí hemos esperado y ahora llega la recompensa. A disfrutaaaaaaaaaaaar

6 comentarios:

MAND dijo...

Sí señor, gran artículo yo tambien lo leí y me gustó mucho. Saludos.

silvo dijo...

MAND que ya está aí , vamso a pasarlo superbién,ánimo y saludos

Boris dijo...

por fin llego el mundial.nos espera un año de emociones fuertes

pro_magicalonso dijo...

Buensimo el artículo y por fin llegó la hora :-)
Un abrazo

silvo dijo...

Vaya como empieza esto, saludos Ryoga

silvo dijo...

A ver esta noche pro_mágica que parece que ha resuditado Williams, el difusor,

Un fuerte abrazo