domingo, 21 de junio de 2009

Alonso se enreda en la rutina



La Fórmula 1 da sus últimas bocanadas en Silverstone. Y es una lástima porque el ambiente es irrepetible. Un circuito viejo, con instalaciones anticuadas e incómodas pero historia viva del automovilismo. La afición se entrega y llena las tribunas. No hay billetes. Tampoco crisis. Hoy se esperan 105.000 almas en las vetustas tribunas metálicas. Recuerdan a Atocha, el viejo estadio de la Real Sociedad. Adiós también a los atascos, inevitables a pesar de que la autovía llega casi hasta la entrada. Y adiós a los tonos verdes y grises, al bosque junto al circuito, a la constante amenaza de lluvia. En medio de la carretera, un tipo detiene su moto y exhibe un cartelón: «Necesito entradas para hoy». Es la Fórmula 1 en estado puro, la que solamente sabe de afición incondicional y apenas de contratos millonarios, asociaciones de equipos fías, fotas y demás parafernalia. La que apenas conoce el sol y sí el frío y la caminata obligada para llegar hasta la butaca. Todo se va al garete porque el circuito es incapaz de cumplir las condiciones de Ecclestone, que ayer abrió una puerta a la esperanza, solamente porque Donington, el escogido hasta 2016, sufre para completar el paquete de requisitos. En la pista hubo sesión cronometrada y al final bastaba mirar hacia el sitio de siempre para encontrar al piloto de referencia en España. Entre el octavo y el décimo, siempre igual salvo contadas excepciones. Es la cantinela que entona cada sábado Fernando Alonso, al menos convencido de que su regularidad es fruto de un trabajo concienzudo. Ferrari alterna días buenos y malos, también Williams y Toyota. Alonso no, siempre en la Q3, en la última tanda, junto a coches más trabajados, con más novedades que un R29 idéntico al que llevaba en China, allá por la tercera carrera del año. Ayer terminó décimo, donde se le espera, a partir de la octava posición, pero siempre con los dos pies en la última tanda. «No es para estar orgulloso pero es que no se ve el trabajo que hay detrás. A veces falla Kubica, otras Raikkonen o Glock. Yo siempre estoy ahí», se lamenta el asturiano. El viernes por la noche, un día antes de salir a la toma de tiempos no se fue del circuito hasta las nueve. A esas horas, todavía había luz en el pabellón de Ferrari. Y la cocina funcionaba a todo trapo. El equipo rojo ponía toda su hospitalidad al servicio de los enviados españoles. Recibía el jefe, Stefano Domenicali, impecable en su uniforme rojo. «Tenemos que devolver al público mensajes positivos. Estas luchas hacen daño a nuestra imagen». Habla de los litigios por el poder, del campeonato paralelo que quieren los equipos. «Está todo dicho», zanja con una sonrisa en los labios. «Chicos, estáis en vuestra casa», dice buscando complicidad y aprovechando la cercanía del carácter latino. Sushi, risoto, merluza, cordero y vino italiano. «Y Alonso, ¿no preguntáis por vuestro piloto?», dice con malicia Luca Colajanni, el jefe de prensa de Ferrari. No hizo falta preguntar porque él mismo apareció. Se iba al hotel después de una tarde dura de reuniones y cálculos con los ingenieros. En la oscuridad del paddock, pegó la nariz a la cristalería del palacio rojo. Saludó, rió y rechazó la invitación a pasar cruzando los índices de ambas manos. Era el gesto del «vade retro», una gamberrada marca de la casa. Los responsables de Ferrari estallaron a carcajadas. Y Alonso se fue tirando de su maleta. La pole será hoy de Vettel, segunda oportunidad para el alemán tras el fallo de Estambul. Y va cargado, el que más entre los mejores, así que se convierte en una seria amenaza para el reinado de Button, rabioso por no prolongar su dominio dictatorial ante su público, entregado en busca de la victoria local. Esta vez Barrichello anduvo mejor y defenderá el pabellón de Brawn en la primera línea. Ya es noticia que Button sufra, pero esta vez se vio lastrado por un coche al que le cuesta rendir cuando el calor no aprieta.


lne


Simpa´tico artículo de mi vecino Álvaro, un poco de descripción de este clásico circuito, Fernando que ve como los campeones y buenos pilotos fallan un día uno, otro dís otro, lo que le daría el liderato sicorrirtan con coches parejor, porque él no falla, pero queda en la zona de siempre, es para desesperarse, bromean el de Ferrari diciendo a los periodistas españoles si no le preguntan por Fernando y este rechazando la invitación a entrar en casa de Ferrari cruzando los dedos ajja.


Ecclestone ha hecho unas declaraciones a la BBC en las que afir4ma que las escuderías deberían poder gastarse lo que quieran, a nadie le gusta que le digan cuanto debe gastarse


2 comentarios:

pro_magicalonso dijo...

No está mal. Un abrazo

silvo dijo...

Si, älvaro tiene acceso especial a Feranndo desde hace unos cuantos añon, ¿viste como cruza los dedos?, piensda en rojo, se lo merece, ojalále salga ya

Un fuerte abrazo y gracias pro_mágica