Renault prepara su difusor

La documentación lleva varios días sobre la mesa de los jefes de diseño de Renault. Cientos de fotografías de la parte trasera de los Brawn para descifrar los porqués del difusor mágico y bocetos, muchos bocetos, de lo poco que se puede tocar en el R29 para intentar dar un giro a la situación. La orden en la fábrica de Enstone es emplearse a fondo para imitar el excepcional rendimiento aerodinámico del antiguo equipo Honda, también de los Toyota y los Williams, los coches que ya forman la llamada «banda del difusor». Partiendo de la base de que copiar el difusor de doble canal es prácticamente imposible -en Ferrari calculan que podría costar unos 20 millones de euros y un par de meses de trabajo-, la idea con la que se trabaja en el paddock es encontrar un sistema que consiga la imitación más fiel posible de su fenomenal efecto sobre la aerodinámica del coche. Y todo, con un día marcado con rotulador rojo en el calendario. De hoy en siete días, el Tribunal de Apelación de la FIA decidirá sobre el recurso de Red Bull, Renault, Ferrari y BMW contra el famoso difusor mágico. Los indicios dicen que no habrá marcha atrás y que las reclamaciones serán desestimadas. La escudería Brawn podrá continuar su carrera hacia el título mundial y el resto, incorporar ya en sus coches las primeras medidas para contrarrestar la endiablada velocidad de los monoplazas blancos. En Renault ya tienen pensada una primera vuelta de tuerca para la próxima carrera, en China, dentro de doce días. Habrá una pequeña revolución en cuanto a los reglajes, nada notorio a simple vista pero sí una respuesta a las «cosas nuevas en todas las carreras» que Fernando Alonso pidió a los suyos después de correr en Australia. Con los datos recogidos en las dos primeras carreras se esperan cambios que afectarán sobre todo al reparto de pesos y a las suspensiones. La pequeña revolución llegará en Barcelona, cuando en Renault hayan finalizado el nuevo proyecto aerodinámico, un trabajo en una dirección totalmente distinta a la que tomó el equipo durante la pretemporada. Todos en el equipo desearían tener el difusor mágico, incluido su mayor crítico, el jefe, Flavio Briatore. «El inicio está siendo duro para todos menos para tres», dijo en alusión a las tres escuderías implicadas.

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Dice el bueno de Álvaro que copiar un difusor de doble canal, como el de Brawn es prácticamente imposible, creen en Ferrari que costaría 20 millones de euros y tardarían dos meses en tenerlo, que están en el rema del difusor ya que esperan que la reunión del próximo día 14 se salde con un fallo favorable a quienes lo llevan, para China se esperan cambios en la regulaión de reglajes y en Barcelona comenzarán on otra idea aerodinámica diferente, están en ello ahora que acierten por la cuenta que les y nos tiene.