MELBOURNE (AUSTRALIA).- En la muñeca lleva una pulsera brasileña verdeamarilla, de esas a las que se les piden tres deseos. Pero la magia aparece cuando la tela se rompe, así que mientras tanto, el español Fernando Verdasco apela a la Davis y a Gil Reyes para seguir avanzando rondas en el Abierto de Australia.
La última víctima del nuevo Verdasco fue el británico Andy Murray, al que venció en cinco sets (2-6, 6-1, 1-6, 6-3 y 6-4). Después de imponerse a Rafael Nadal en Abu Dhabi y a Roger Federer en Doha, el número cuatro del mundo llegó a Melbourne con vitola de gran favorito, pero se cruzó con un hombre al que en los últimos meses le "cambió la vida".
Verdasco fue siempre un jugador de gran nivel, pero nunca un 'top'. Con dos títulos profesionales y cuatro finales en su curriculum, el español se movió siempre en el segundo escalafón del ranking, entre el 15 y el 25. A veces algo mejor, a veces algo peor. A sus 25 años, sin embargo, el español aún espera ser 'top ten'. El año pasado estuvo a las puertas, pero se quedó en el puesto 11. Aquello fue en julio. Cuatro meses después, en Mar del Plata, algo cambió en su cabeza.
Verdasco ganó el punto decisivo en la final de la Copa Davis ante Argentina y dio a España su tercera Ensaladera, sin Nadal en el equipo y frente a una de las hinchadas más fanáticas del mundo. "Pensé en aquel partido cuando estaba dos sets a uno abajo. Pensé que también podía levantarlo", aseguró. La victoria en la Davis fue la más importante de su vida. La que logró ante Murray, la más importante "a nivel personal". "Demuestra que puedo estar ahí", aseguró el español, que cumple así uno de los objetivos que se marcó para esta temporada, estar por primera vez en unos cuartos de final de un Grand Slam.
Es la recompensa al sacrificio, a unas Navidades lejos de casa, metido en un gimnasio de Las Vegas. Verdasco se ha convertido en un chico de Gil Reyes, el gurú de la preparación física que alargó hasta los 36 años la carrera del estadounidense Andre Agassi.
Dos semanas en la ciudad de los casinos fueron suficientes para imprimir en el español un sello diferente. O quizá fueron las dos horas de conversación con el ex número uno del mundo, justo antes de que partiera a las montañas junto a su esposa, Steffi Graf, para celebrar la Navidad. "Lo que me dijo no lo cuento. Es un secreto", advirtió Verdasco. "Pero se fue a esquiar y yo me quedé en el gimnasio. Me dio mucha envidia".
El español tiene previsto regresar otras dos semanas a Las Vegas tras el Abierto de Australia. Quizá entonces Reyes lo confronte con la 'Magic Mountain', la colina del desierto en la que Agassi se exigía arriba y abajo hasta la extenuación. "Aún no la subí. De momento Gil no quiso asustarme", aseguró el español, a quien nada ni nadie perturba en Melbourne.
Verdasco anunció en Australia el final de su relación con Ana Ivanovic, quinta jugadora mundial y una de los reclamos publicitarios más solicitados. La serbia fue eliminada en segunda ronda, el español es ya uno de los ocho mejores. "No creo que su eliminación fuera culpa mía. Pero si quieren saber más, pregúntenle a ella. No me gusta hablar de otras personas", aseguró. El español sólo piensa en sus propios deseos.
La última víctima del nuevo Verdasco fue el británico Andy Murray, al que venció en cinco sets (2-6, 6-1, 1-6, 6-3 y 6-4). Después de imponerse a Rafael Nadal en Abu Dhabi y a Roger Federer en Doha, el número cuatro del mundo llegó a Melbourne con vitola de gran favorito, pero se cruzó con un hombre al que en los últimos meses le "cambió la vida".
Verdasco fue siempre un jugador de gran nivel, pero nunca un 'top'. Con dos títulos profesionales y cuatro finales en su curriculum, el español se movió siempre en el segundo escalafón del ranking, entre el 15 y el 25. A veces algo mejor, a veces algo peor. A sus 25 años, sin embargo, el español aún espera ser 'top ten'. El año pasado estuvo a las puertas, pero se quedó en el puesto 11. Aquello fue en julio. Cuatro meses después, en Mar del Plata, algo cambió en su cabeza.
Verdasco ganó el punto decisivo en la final de la Copa Davis ante Argentina y dio a España su tercera Ensaladera, sin Nadal en el equipo y frente a una de las hinchadas más fanáticas del mundo. "Pensé en aquel partido cuando estaba dos sets a uno abajo. Pensé que también podía levantarlo", aseguró. La victoria en la Davis fue la más importante de su vida. La que logró ante Murray, la más importante "a nivel personal". "Demuestra que puedo estar ahí", aseguró el español, que cumple así uno de los objetivos que se marcó para esta temporada, estar por primera vez en unos cuartos de final de un Grand Slam.
Es la recompensa al sacrificio, a unas Navidades lejos de casa, metido en un gimnasio de Las Vegas. Verdasco se ha convertido en un chico de Gil Reyes, el gurú de la preparación física que alargó hasta los 36 años la carrera del estadounidense Andre Agassi.
Dos semanas en la ciudad de los casinos fueron suficientes para imprimir en el español un sello diferente. O quizá fueron las dos horas de conversación con el ex número uno del mundo, justo antes de que partiera a las montañas junto a su esposa, Steffi Graf, para celebrar la Navidad. "Lo que me dijo no lo cuento. Es un secreto", advirtió Verdasco. "Pero se fue a esquiar y yo me quedé en el gimnasio. Me dio mucha envidia".
El español tiene previsto regresar otras dos semanas a Las Vegas tras el Abierto de Australia. Quizá entonces Reyes lo confronte con la 'Magic Mountain', la colina del desierto en la que Agassi se exigía arriba y abajo hasta la extenuación. "Aún no la subí. De momento Gil no quiso asustarme", aseguró el español, a quien nada ni nadie perturba en Melbourne.
Verdasco anunció en Australia el final de su relación con Ana Ivanovic, quinta jugadora mundial y una de los reclamos publicitarios más solicitados. La serbia fue eliminada en segunda ronda, el español es ya uno de los ocho mejores. "No creo que su eliminación fuera culpa mía. Pero si quieren saber más, pregúntenle a ella. No me gusta hablar de otras personas", aseguró. El español sólo piensa en sus propios deseos.
Eso es Verdasco tienes el físico que necesitas para estar arriba, pienso que puedes ser uno de los 5 del top ten, incluso te veo de 2, es la mente la que te traiciona, si consigues fuerza mental, en este caso pensaste en la final de la Davis, ganas, desde luego después de haber ganado dos partidos consecutivos, en Australia, de la forma que lo has hecho yo sabía que era el momento ideal para entfrentarte a un grande, era el momento para vencer a Murray, porque tu calidad y genio iba a salir a relucir, como así ha sido.
Esa preparación con Gil y esas palabras de Agassi, haz caso que se que habó, Agassi, muy bien de tí, del potencial que tienes, lo mismo ha hecho el padre de Feliciano, créetelo ya y céntrate que me hace mucha ilusión tener el número 1 y el dos de mi país, se puede y se debe.
Espero que ahora no te entre el bajón clásico y te gane el siguiente, sea quien sea, ya se que es el francés, pero me refiero a que te gana cualquiera, fuerza Verdasco que tienes que darnos muchos días de gloria, VAMOS
2 comentarios:
Esperemos quen siga ahora así de tan en buena forma, porque está que se sale y así lo veremos muy pronto arriba del todo en las listas de la ATP. Un abrazo
Creo que es un claro número dos, pero necesita fuerza mantal pro_mágica,
Un fuerte abrazo
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