Sería el aire de las montañas, la nieve que se vislumbra en lo más alto, el ambiente relajado, la omnipresente polenta o saber que va a bajar con una bici de montaña por una pendiente del 18% hacia Madonna di Campiglio, pero lo cierto es que Fernando Alonso se sinceró en esta concentración de verano e incluso habló de la responsabilidad del deportista. "Creo que tenemos una labor que hacer como figuras públicas que somos y más en una situación como la actual en la que todos debemos estar involucrados", explica.
Según 'Sports Illustrated', Alonso es el séptimo deportista mejor pagado del mundo en estos momentos y el español que más dinero gana y genera a su alrededor. El asturiano tiene contratos con algunas de las empresas más importantes, le dejan los mejores coches, le regalan ropa... y poner el nombre de una compañía en su mono de piloto vale millones. Pero hay un espacio que tiene reservado para una sociedad muy especial. "Desde hace tiempo soy embajador de UNICEF, he ayudado en lo posible en las favelas de Brasil y tenemos dos escuelas en África para escolarizar a los niños, evidentemente podría llevar cualquier patrocinador en ese espacio en el que siempre llevo UNICEF, pero creo que es justo que sean ellos quien estén ahí, es parte de mi compromiso como embajador", cuenta el piloto.
Concienciado.
Fernando habita en ese universo en el que sólo existen unos pocos, donde el dinero no es problema, la fama algo inherente y el trabajo una diversión en busca de los límites, pero vive en este mundo. Ésta es su visión sobre la crisis: "Está claro que hay gente que lo está pasando muy mal, pero hay otros muchos que deben ayudar, en África muchos niños no tienen para comer y existen muchas necesidades, así que hay que echar una mano. La primera escuela la hicimos cuando gané el Príncipe de Asturias con el dinero del premio, que fueron 60.000 euros, y la segunda el año pasado y creo que es importante mantener esa labor".
Hay quien dice que las escuelas están en Mauritania, pero el dato no está confirmado. Sólo están y eso ya es bastante. África, el continente olvidado, el lugar donde sonríen los que nada tienen, parece haberse quedado también un trocito del corazón de este asturiano de 30 años y vida de sueño. Contó su proyecto africano y después siguió haciéndose fotos con los camareros del restaurante de la cascada. "Igual que Schumacher", dicen con ironía los periodistas italianos más veteranos. Parecido...
As
Fernando ayudará en lo que pueda, es consciente de lo que sucede a su alrededor, las escuelas es más importante que estén, en Italia Fernando cae bien ya que su forma de ser es genial, hay que colaborar en que se cubran las necesidades de las gentes es lo mínimo que podemos hacer, fernando se gana a la gente que está cerca porque es Fernando no su muñegote
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