Los pronósticos dicen que el Gran Premio de Fórmula 1 de Malasia el domingo estará pasado por agua, por lo que los aficionados se frotan las manos mientras los pilotos temen una "lotería". "En esas condiciones, sería una lotería", dijo el heptacampeón del mundo Michael Schumacher que vio desde la televisión la caótica carrera del año pasado, que se tuvo que acortar debido al manto de agua que cubrió la pista.
"Espero que el domingo no sea así. Con lluvia no se puede pilotar", agregó Schumacher. Ya el pasado domingo en Australia, la lluvia provocó una carrera espectacular con numerosas alternativas.
El también alemán Sebastian Vettel, que en la lluvia de Monza logró el primer triunfo de su carrera hace año y medio, sabe que su coche es el más rápido pese a los iniciales problemas de fiabilidad, por lo que no quiere que nada altere el desarrollo normal de una carrera en la que vuelve a ser favorito por la velocidad de su Red Bull.
"Bajo lluvia esta pista es impracticable. Espero que no sea tan extremo", dijo recordando lo sucedido el año pasado. Y el pronóstico para el tercer Gran Premio del año no promete nada bueno. El monzón hizo que en 2009 la carrera se interrumpiera tras 31 de las 56 vueltas.
El cielo sobre Sepang era gris, pero Vettel sonreía, como si ya hubiera olvidado el fiasco técnico de Australia que le privó de un triunfo que parecía hecho. "Así es la vida a veces", dijo estoico. "No tengo una gran preocupación. No hemos hecho grandes cambios. Es tranquilizador saber que el coche es rápido", dijo el piloto de 22 años, al que los problemas en su Red Bull le han arruinado sendas carreras en Bahréin y Melbourne cuando marchaba líder y había hecho la 'pole'.
"El equipo ha comprendido los errores", señaló el alemán, que desea que acaben los problemas en Malasia. "La meta es ganar", señaló Vettel, subcampeón del mundo y que en Bahréin fue cuarto y en Australia tuvo que retirarse por un problema en la transmisión.
Schumacher, en cambio, es más pesimista y no espera ganar en Malasia por cuarta vez. "Siendo realistas, el podio es lo máximo lo que podemos conseguir", dijo el regresado campeón tras tres años retirado y que a sus 41 años ve a su Mercedes aún lejos de Red Bull, Ferrari y McLaren.
A pesar de todo, está satisfecho y es optimista de cara al futuro pese a haber sumado sólo ocho puntos, 12 menos que su compañero de equipo y compatriota, Nico Rosberg.
elmundo
El espectáculo en la F1 no son solamente los adelantamientos o la lotería de la lluvia, hay unos ingenieros detrás, muchos, y su trabajo debe ser analizado en las carreras, con lluvia es todo mucho más difícil e intervienen muchos factores que no están en las condiciones de progreso, Vettel va muy bien en lluvia así que estará contento, en cuanto a Schumi sabe por dende se mueve su coche
"Espero que el domingo no sea así. Con lluvia no se puede pilotar", agregó Schumacher. Ya el pasado domingo en Australia, la lluvia provocó una carrera espectacular con numerosas alternativas.
El también alemán Sebastian Vettel, que en la lluvia de Monza logró el primer triunfo de su carrera hace año y medio, sabe que su coche es el más rápido pese a los iniciales problemas de fiabilidad, por lo que no quiere que nada altere el desarrollo normal de una carrera en la que vuelve a ser favorito por la velocidad de su Red Bull.
"Bajo lluvia esta pista es impracticable. Espero que no sea tan extremo", dijo recordando lo sucedido el año pasado. Y el pronóstico para el tercer Gran Premio del año no promete nada bueno. El monzón hizo que en 2009 la carrera se interrumpiera tras 31 de las 56 vueltas.
El cielo sobre Sepang era gris, pero Vettel sonreía, como si ya hubiera olvidado el fiasco técnico de Australia que le privó de un triunfo que parecía hecho. "Así es la vida a veces", dijo estoico. "No tengo una gran preocupación. No hemos hecho grandes cambios. Es tranquilizador saber que el coche es rápido", dijo el piloto de 22 años, al que los problemas en su Red Bull le han arruinado sendas carreras en Bahréin y Melbourne cuando marchaba líder y había hecho la 'pole'.
"El equipo ha comprendido los errores", señaló el alemán, que desea que acaben los problemas en Malasia. "La meta es ganar", señaló Vettel, subcampeón del mundo y que en Bahréin fue cuarto y en Australia tuvo que retirarse por un problema en la transmisión.
Schumacher, en cambio, es más pesimista y no espera ganar en Malasia por cuarta vez. "Siendo realistas, el podio es lo máximo lo que podemos conseguir", dijo el regresado campeón tras tres años retirado y que a sus 41 años ve a su Mercedes aún lejos de Red Bull, Ferrari y McLaren.
A pesar de todo, está satisfecho y es optimista de cara al futuro pese a haber sumado sólo ocho puntos, 12 menos que su compañero de equipo y compatriota, Nico Rosberg.
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El espectáculo en la F1 no son solamente los adelantamientos o la lotería de la lluvia, hay unos ingenieros detrás, muchos, y su trabajo debe ser analizado en las carreras, con lluvia es todo mucho más difícil e intervienen muchos factores que no están en las condiciones de progreso, Vettel va muy bien en lluvia así que estará contento, en cuanto a Schumi sabe por dende se mueve su coche
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