lunes, 26 de julio de 2010

Lo cierto es que...



Se sentirá extraña la tropa de la Fórmula 1 el domingo (algún día llegará) que una carrera termine sin polémica. La de ayer se cerró a medias, con 78.000 euros (100.000 dólares) de multa a Ferrari y el traslado del caso al Consejo Mundial de la FIA, el comité de sabios del automovilismo. Allí se piensan los reglamentos que traen todas estas peleas. Folios y folios de fárrago que no consiguen abarcar todo lo que puede llegar a pasar en un circuito. Serán ellos los que rematen el asunto, con Ferrari en el punto de mira. Peligran sus puntos en el campeonato de constructores. Será difícil que le quiten la victoria a Fernando Alonso. Fue la escudería la investigada.

Acusan a los italianos de aplicar órdenes de equipo en beneficio del asturiano. Totalmente prohibido, pero a la orden del día. Lo que castigaron en Hockenheim lo ignoraron hace unas pocas semanas en Estambul, cuando Red Bull pidió a Webber que ahorrase combustible. De pronto se le vino encima su compañero Vettel, el preferido en la casa, y los dos acabaron enzarzados. Ese día, a Button le venían diciendo lo mismo para que no inquietara a Hamilton. Ganó el inglés. En Hockenheim, en 2008, Kovalainen se dejó adelantar por Hamilton. En 2007, Massa puso el Mundial en bandeja a Raikkonen con un repostaje lamentable. Y así mil y una veces? Incluso ayer, cuando también McLaren solicitó a Button el famoso «save fuel, Jenson» (ahorra combustible).

La historia de lo que pasó ayer en Alemania empezó a escribirse en 2002, no muy lejos de aquí, en Austria. Optaba Schumacher al campeonato pero Barrichello lideraba la carrera. El brasileño ignoró las órdenes hasta la misma línea de meta. Levantó el pie y Schumi pasó como una flecha bajo la bandera a cuadros. Bochorno. La FIA decidió que aquello no se debía repetir y prohibió las estrategias de equipo.

La norma se relajó y los jueces empezaron a mirar hacia otro lado al tiempo que se construían eufemismos y códigos para indicar cuándo un piloto debe dejar que le superen. «Ahorra combustible» o «nuestro otro coche es más rápido» son los clásicos.

En el símil con el fútbol, las órdenes de equipo vendrían a ser las primas a terceros. Todos saben que están ahí, los maletines viajan de un lado a otro a toda velocidad, pero nadie admite utilizarlos. Pasa lo mismo en la Fórmula 1, y la casualidad, siempre la casualidad, quiere que sea precisamente cuando Ferrari y Fernando Alonso están implicados cuando hayan decidido cortar con el asunto. Lo de la Scuderia con el mando federativo tiene miga. No hace tanto que los italianos disfrutaban de cierta manga ancha a la hora de aplicar el reglamento. Claro que Hamilton no existía entonces y tampoco había llegado el año 2009, cuando Ferrari encabezó la revuelta contra el poder establecido y amenazó con liderar un campeonato paralelo. Sin obviar que Jean Todt, presidente de la FIA, salió por la puerta de atrás de la dirección de Ferrari y las tuvo tiesas con el presidente Montezemolo.

«Fernando es mucho más rápido que tú», le soltó por la radio a Massa Rob Smedley, su ingeniero de pista. En un suspiro, Fernando Alonso adelantó al brasileño y pasó a liderar la prueba con algo menos de veinte vueltas hasta el final.

Un minuto de la carrera monopolizó la tarde. Volvieron las prisas al paddock, el feroz acoso de los medios británicos a Alonso, como en aquel 2007 con McLaren, las declaraciones frente a los jueces y las crónicas pendientes de un hilo a la espera de la resolución.
No tenía Felipe Massa su mejor cara después de la carrera. El saludo con Alonso fue frío, reflejo de una relación de compañeros de oficina. Sin más. Se veía ganador, pero tuvo que ceder ante Alonso. Era más lento el brasileño y Vettel se acercaba por detrás. No pudo escribir su cuento de hadas, un triunfo el día que se cumplía el año de aquella tarde que pudo ser fatídica en Hungría, cuando casi se deja la vida en la pista. La ceremonia del podio fue triste, gesto serio, que ni siquiera enderezó Stefano Domenicali, su jefe, que le pidió volver al podio junto a Fernando Alonso. Quiso disimular su enfado en la sala de prensa. Apenas pudo y eso encendió a los que se escandalizaban señalando a Ferrari como los grandes tramposos por aplicar órdenes de equipo. Tampoco ayudaron las torpes palabras de su ingeniero, Rob Smedley, por la radio.

«Fue mi decisión, sin duda, yo le dejé pasar. Tenía problemas con los neumáticos duros y era lo mejor para el equipo», confesó Massa. Fue muy listo el brasileño en la salida. Aprovechó el hueco que el temeroso Vettel le dejó por tapar a Fernando Alonso y desde allí quiso construir su primera victoria de la temporada. Aguantó bien hasta el cambio de neumáticos, manteniendo a Alonso a raya. Luego dialogó con el asturiano en un intercambio de vueltas rápidas que convertía la carrera en territorio Ferrari. Su discurso fue en ocasiones impecable. «Claro que quiero ganar. No tenemos órdenes de equipo, sólo queremos hacer nuestra mejor carrera y si vemos que no es posible, actuamos según lo que creemos que necesita el equipo. Es lo más importante». En otras, no tanto. «Soy un profesional y hoy lo he demostrado. Es todo». O como cuando aplicó monosílabos a sus respuestas o rehuyó explicar por qué tras decirle su ingeniero que era más lento que Alonso el español lo superó. «No creo que sea necesario hablar de eso». O con su lacónico «me adelantó», al preguntarle si había cometido un error o se había pasado de frenada.

Negó haber sentido que le habían privado de la victoria. «Lo único que siento es que trabajo para el equipo». Y apuntó que todavía lucha por el Mundial.


lne

Álvaro, periodista de La Nueva España, que lleva años viajando e informando de la f1 nos explica un poco lo de las órdenes de equipo y los casos más sonados que hubo y los famosos "ahorra combustible", también explica la situación que lleva a la FIA a actuar siempre contra los mismos, y lo de la actitud " disimuladora" de Massa.

las órdenes de equipo están prohibidas y nadie debe hacerlas, pero nadie,

4 comentarios:

pulguitaatodogas dijo...

Buen artículo de Álvaro (cuantos años, y qué buenos ecuerdos, leyendo la Nueva y el Comercio) y comparto tu comentario: nadie de transgredir la norma porque eso, en este caso, ha conducido a que sean los pilotos (inocentes y víctimas en esta historia) los realmente perjudicados en su reputación.

silvo dijo...

Lo que realmente está sucediendo es que todo el mundo se salta la norma y quien no sabe disimular es sancionado, quizás deban quitarla, sí, los pilotos son víctimas de que exista y no se aplique y solamente haceen querre correr que para eso están ahí, cuantas veces te habrán cabreado con cosas extrañas como esta o parecidas, quiero que se aplique lo mismo a todos que si no no hay justicia y este año a Ferrari la castigan sin parar y a otras se lo pasan, en fin la polémica parece parte del juego, saludos Jon

pro_magicalonso dijo...

Buen artículo y como tú dices que nadie las haga o las hacen todos, punto, es así la historia porque que las hay, las hay en todos los equipos y en mi anterior comentario dejo mi modo de pensar sobre las ordenes de equipo.Un abrazo

silvo dijo...

Es que es para enfadarse que hay hasta cachondeo en las televisiones por las órdenes dee quipo y que ahora sancionen por disimular poco que es lo real, si creo que tienes razón quizás sea mejor que las consientan

Un fuerte abrazo pro_mágica