La Fórmula 1 abandona Japón y pone rumbo a Corea. Deja atrás así la inquietud provocada por los casi constantes temblores de tierra que cada poco sacuden este país, aunque podría dirigirse hacia otro terremoto de consecuencias imprevisibles para los cimientos de los grandes premios.
Red Bull y Mercedes GP se rebelan contra el límite presupuestario acordado por las propias escuderías el pasado año. Tampoco aceptan sentirse permanentemente bajo sospecha por sus supuestos excesos y parecen dispuestas a luchar por la eliminación de esta normativa de la Asociación de Equipos (FOTA). Y su postura es tan determinada que incluso algunas fuentes apuntan a una amenaza de ambas de abandonar la asociación si las cosas no cambian...
Sobre todo, porque se trata de un pulso de gigantes que puede tener difícil resolución. En el otro lado del ring se encuentran McLaren y, especialmente, Ferrari. Stefano Domenicali se ha mostrado muy claro al respecto y quiere que ya este fin de semana en Corea la situación se aclare. Para ello se ha convocado una reunión de los equipo para tratar el Acuerdo de Reducción de Recursos y el jefe de Maranello exigirá claridad. "Es muy importante mantener el nivel de gasto, resulta inadmisible que se convierta en un factor diferenciador entre los equipos", ha dicho.
Es decir, un posicionamiento opuesto al de Red Bull y Mercedes, que podrían aprovechar esta reunión para pedir justo lo contrario: la supresión de este límite. Lío a la vista...
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El límite presupuestario es algo que quizás no debería haber quien pueda que invierta, la F1 debe ser vanguardia de progreso, pero desde luego lo que no debe consentirse es que las cuentas no sean claras cuando le hay y que no se cumpla si se ha pactado el mismo ya que si no son los tramposos quienes llevan ventaja
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