Llegó a Austin el martes por la noche y ayer no quiso dejar pasar la oportunidad de tener el primer contacto con el nuevo Circuito de las Américas de Austin. Fernando Alonso llegó a la pista texana sobre las 13.30 y mantuvo de inmediato una reunión con su ingeniero de pista, Andrea Stella. Es la agenda habitual en la que se repara todo el de trabajo para un fin de semana.
Aunque no estaba previsto inicialmente y mañana tendrá tiempo de recorrerlo cuanto desee, el asturiano no pudo vencer la impaciencia. Tras 200 vueltas en el simulador la semana pasada, Fernando recorrió en mountain bike la pista que destaca por la inicial y pronunciada subida antes de doblar el primer viraje del trazado de 5.516 metros.
Fernando comió un plato de pasta a su regreso y no hubo tiempo para mucho más, puesto que debía acudir a un evento de Shell, poveedor de Ferrari, que en su gran premio de casa tiene una programa de actos muy apretado.
La adaptación de los pilotos al nuevo circuito, una de las grandes virtudes de Alonso, puede ser una de las claves del fin de semana. Los números de Fernando y de Ferrari en los estrenos de escenario así lo demuestran.
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Muy trabajador y profesional, ese es Fernado, ya estará pensando en dodne frenar en cada curva, a ver el coche que Bianchi si le ve mejor
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