Fernando Alonso parece adaptarse como un camaleón a cada cambio de reglamento, por grueso que sea. En sólo un par de días, el asturiano ha conseguido dominar con mano de maestro la nueva F1 electrónica, que no conlleva «muchas diferencias en la forma de conducir» pero sí «muchos más parámetros que controlar», según explica el piloto ovetense.
Las imágenes de los nuevos volantes ponen de manifiesto de entrada la prioridades que imperan con estos motores 1.6 Turbo, asociados a dos generadores híbridos (ERS) que aportan 160 CV adicionales. El segundo pasa a ser casi más importante que el primero, pues tanto el convencional de 600 CV como el ERS no pueden funcionar por separado. Deben rendir como un todo único, que es lo que Red Bull no ha conseguido hasta ahora.
El nuevo display digital de unas 5,5 pulgadas ha sido instalado en casi todos los monoplazas de 2014. En ellos se ven las clásicas cifras de la velocidad en km/h y la marcha insertada, pero hay dos nuevos diagramas que dominan.
El primero es el nivel de recarga de la gran batería central, que se aloja bajo el depósito de combustible. El segundo es el consumo real y por vuelta que tiene el coche en cada instante que está sobre la pista.
Son esos parámetros los que importan, debido a que todos deberán completar cada carrera del año con sólo 100 kilos de combustible. No es cuestión de ser más rápido en términos puros, sino más eficiente. Esa es la clave que domina la mente del piloto.
En Fernando, además, se aprecia un cierto cambio de estilo a la hora de trazar las curvas. Parece sacrificar la entrada por una salida más alargada y limpia. El hachazo en el mismo vértice deja paso a una conducción más fluida, que sin duda debe mejorar el consumo final por vuelta.
Uno de los que no ha optado por esa gran pantalla es Red Bull, que sigue con su volante de mariposa y tiene dos pequeñas pantallas por detrás, justo en el marco de la carrocería. Es el más parecido a los del año pasado.
Marca
Buen artículo de Cansecode Marca, vemos que Red Bull no ha querido complicar mucho a Vettel y es que este debe saber hacer bien lo mismo pero las variaciones no le van mucho
Las imágenes de los nuevos volantes ponen de manifiesto de entrada la prioridades que imperan con estos motores 1.6 Turbo, asociados a dos generadores híbridos (ERS) que aportan 160 CV adicionales. El segundo pasa a ser casi más importante que el primero, pues tanto el convencional de 600 CV como el ERS no pueden funcionar por separado. Deben rendir como un todo único, que es lo que Red Bull no ha conseguido hasta ahora.
El nuevo display digital de unas 5,5 pulgadas ha sido instalado en casi todos los monoplazas de 2014. En ellos se ven las clásicas cifras de la velocidad en km/h y la marcha insertada, pero hay dos nuevos diagramas que dominan.
El primero es el nivel de recarga de la gran batería central, que se aloja bajo el depósito de combustible. El segundo es el consumo real y por vuelta que tiene el coche en cada instante que está sobre la pista.
Son esos parámetros los que importan, debido a que todos deberán completar cada carrera del año con sólo 100 kilos de combustible. No es cuestión de ser más rápido en términos puros, sino más eficiente. Esa es la clave que domina la mente del piloto.
En Fernando, además, se aprecia un cierto cambio de estilo a la hora de trazar las curvas. Parece sacrificar la entrada por una salida más alargada y limpia. El hachazo en el mismo vértice deja paso a una conducción más fluida, que sin duda debe mejorar el consumo final por vuelta.
Uno de los que no ha optado por esa gran pantalla es Red Bull, que sigue con su volante de mariposa y tiene dos pequeñas pantallas por detrás, justo en el marco de la carrocería. Es el más parecido a los del año pasado.
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Buen artículo de Cansecode Marca, vemos que Red Bull no ha querido complicar mucho a Vettel y es que este debe saber hacer bien lo mismo pero las variaciones no le van mucho
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