Adrian Newey admitió que los problemas de encaje de las piezas del nuevo RB10 fueron los causantes de su escasa participación en los pasados test de Jerez. El director técnico de Red Bull reconoció que no toda la culpa es del motor Renault y repartió así las responsabilidades, aunque es optimista de cara al futuro.
Newey confirmó que el principal problema del equipo era el calor en el entorno del escape, lo que provocaba un fuego en la carrocería, algo que vino a sumarse a los problemas que afligían a los tres equipos con motor Renault que corrían en Jerez. "Lo que nos detuvo en Jerez fue un problema en el que la carrocería se incendiaba en la zona de los escapes", reconoció en la Cena Anual de Automovilismo en el RAC y que recoge Autosport.
Por lo tanto, Newey aceptó la responsabilidad exculpando a Renault, aunque destacó que el motor V6 turbo es particularmente exigente en cuanto a la refrigeración, un asunto para el que el británico es optimista: "Es un problema que espero que podamos llegar a solucionar de cara a los test de Bahréin. Fue realmente una falta de tiempo la que causó el problema. Era algo que podríamos haber solucionado en el banco de pruebas si hubiéramos conseguido tener todo a tiempo".
"Teníamos un paquete agresivo, pero nos pareció que teníamos que tomar algunos riesgos para tratar de conseguir un buen paquete que redujera al mínimo el daño aerodinámico que produce este gran requisito de la refrigeración", justificó
Marca
Lo llevo avisando que Newey quiso reformar muy poco el exterior de su coche para las novedades que había en el interior y Renault aceptó el reto, no ha salido bien, lo bueno es que Adrián reconoce su parte de cuñlpa
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