Michael Schumacher trató de forzar una leve sonrisa ante masa de periodistas que poblaba la pequeña 'caseta' de Mercedes. Escoltado por Norbert Haug, máximo responsable deportivo de la escudería, y Ross Brawn, jefe del equipo, el heptacampeón del mundo, una leyenda aún viva sobre el asfalto, agarró con fuerza el folio que sostenía su discurso y arrancó su despedida: "En este último mes no estaba seguro de tener la motivación y la energía necesaria para seguir por eso digo adiós." Un adiós al que aún le quedan seis capítulos. Seis finales para el más grande de la historia de la Fórmula 1. El primero de ellos en Suzuka, donde las seis victorias coleccionadas hasta la fecha aún resplandecen y será difícil que alguien logre eclipsarlas.
Pese al momento elegido, el segundo adiós en la carrera de Michael Schumacher apenas cogió de sorpresa a nadie. Las circunstancias casi obligaban al alemán a echar pie a tierra, ya que ningún bólido de renombre tenía un sitio dispuesto a acogerle. La llegada de Lewis Hamilton, los 43 años que figuran en su pasaporte y la falta de resultados desde su regreso en 2010 le han obligado a tomar la traumática decisión. Nada nuevo para el alemán, que ya revocó su postura cuando en 2006 anunció el final de su carrera deportiva. El gusanillo por la velocidad terminó por devolverle a las pistas.
elmundo
Schumi lo deja definitivamente, lñe quería Sauber pero no está con las fuerzas necesarias para pelear tan atrás, una pena pero las personas, todas, cumplimos años
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