La emoción de Escartín

El acto era para entregar la insignia de oro de la Asociación de Ex Ciclistas de Asturias y se convirtió en una multitudinaria muestra de cariño. Entre aplausos y reconocimientos, Fernando Escartín -tercero en el Tour de 1999 y segundo en la Vuelta a España de 1996 y 1997- recibió la distinción de manos del presidente de la agrupación, Luis Balagué, durante la cena que se celebró en el restaurante Marieva Palace, en Porceyo. Idéntica distinción se llevó Carlos Barredo, gijonés del Quick Step y ganador de etapas en Asturias, Australia, y en la París-Niza, y actualmente escudero de corredores como Vinokourov y Bettini. El tercer premiado fue Faustino Fernández Ovies, excepcional escalador que se llevó la clasificación de la monta en el Giro de 1977, la general de la Vuelta a Aragón en 1980 y que fue segundo en la Vuelta a Asturias de 1970. «Le debo mucho a esta tierra. Aquí pasé a profesionales con el Clas y también logré victorias en la Vuelta a Asturias y en los Valles Mineros», dijo un emocionado Escartín a la hora de recibir el galardón. Faltaron pocos, a un acto que congregó a 130 antiguos ciclistas de diferentes épocas, como Chechu Rubiera. También ovacionaron a los que recibieron una placa conmemorativa como reconocimiento a su trayectoria. Fueron antiguos corredores, como el gijonés José Luis Casielles, el avilesino Amalio Fernández, el gijonés José Ramón Castro y el también ex corredor de Porceyo Ángel Díaz «El Chelu». Este último fue ciclista de la década de los cincuenta, que compitió con los famosos triunfadores Víctor Suárez, Senén Mesa y Ángel Rodríguez «Ligero». El Chelu se desplazó desde Buenos Aires, donde vive en la actualidad, para recibir el galardón. También fueron distinguidos, por un lado, la peña Sánchez Huergo, por su apoyo y difusión del ciclismo, y la actual fémina junior Lucía González, que fue campeona de España y podio de ciclocross, carretera y pista. t La peña de Samuel Sánchez homenajea al ciclista. La peña de Samuel Sánchez, que celebra su sexto aniversario el próximo viernes en el Castillo de la Zoreda, en La Manjoya (Oviedo), quiere rendirle un gran homenaje al campeón olímpico. La cena será a partir de las 21.00 horas y está prevista la presencia de varios ciclistas profesionales, además de Misael Fernández Porrón, director general de Deportes del Principado. Se calcula que serán más de 200 personas, entre socios, amigos y simpatizantes, los que acudirán a este acto de felicitación al triunfador en Pekín. Las invitaciones se pueden adquirir en Ciclos Fran. También habrá sorteo de material que utiliza Samuel Sánchez. t Experiencia con motos en el Circuito de Jerez. En tiempo de descanso, Samuel Sánchez aprovechó la mañana del pasado lunes para dar rienda suelta a su gran afición: el motociclismo. El ciclista probó en Jerez las tres motos campeonas de España. Sánchez se subió a la Aprilia de 125 de Efrén Vázquez, pasó luego a la Yamaha R6 Supersport y acabó con la Yamaha R1 Extreme, en una prueba que propició el ex piloto Herri Torrontegui. El campeón olímpico reconoció haber cumplido uno de sus sueños al rodar en un circuito. «Alcancé los 270 por hora en mi mejor vuelta (2 minutos y 7 segundos), que no estuvo nada mal. En una curva llegué a tocar con la rodilla en el asfalto; la verdad es que apenas arriesgué. Cuando deje la bici, me gustaría correr una prueba de resistencia como las 24 horas de Montmeló», aventuró. De cada moto sacó una enseñanza. Reconoció haber vivido una «experiencia inolvidable» y de las tres que probó, reconoció la de 600 cc como la que «mejor se lleva», y la grande, de 200 caballos, como «muy complicada, por su peso y aceleración».

Pedro Escartín ha recibido un homenaje, como si de un ciclista asturiano se tratara y es que ha estado una etapa de su vida aquí.

Como me hacía sufrir este corredor, parecía que no podía subir los puertos, que iba a caerse de la bicicleta de un momento a otro, pero no ahí aguantaba, casi me daba el infarto viéndole, algo parecido a Paco Mancebo.

El Viernes , a partir de la 19,00 horas, estará Samuel Sánchez en el Castillo de la Zoreda con su peña.

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