lunes, 3 de noviembre de 2008

Hamilton, rey del infarto





Luiz Antonio y Ana Elena Massa se comían a besos en el garaje de Ferrari. Su hijo Felipe había cruzado en primer lugar la meta de Interlagos, era campeón en casa, el primer brasileño que lo conseguía desde Senna. Se ponía a la altura del mito. Al lado, Rafaella, la esposa del piloto, lloraba abrazada a una de las chicas de prensa. Unos pocos segundos después, el drama inundaba el garaje rojo. La pantalla colocaba un cinco junto al nombre de Hamilton. «¿Quintooo... cómo es posible?». El patriarca del clan paulista se tiraba de los pelos, las manos sobre la cabeza. Su chico había abrazado el título a dos vueltas del final, cuando Vettel -motor Ferrari en su Toro Rosso- ajustició a Hamilton aprovechando una imprudente intromisión del doblado Kubica entre él mismo y el inglés. Hamilton consumía los últimos kilómetros en lo que iba a ser su Tenerife particular, una tumba brasileña como la que cavó aquel Real Madrid de los noventa en la isla. Iniciaba la última vuelta y tenía perdido el título. Vettel ya había puesto metros de por medio y el inglés «contraconducía» hundido en la desesperación. No se lo podía creer. Pero si la desgracia le había visitado en la vuelta anterior y le había birlado un título que tuvo controlado toda la carrera, los últimos metros le reservaban la mayor sorpresa de su vida. Sólo unos pocos giros antes, la lluvia había propiciado una peregrinación masiva a los garajes para colocar los neumáticos con dibujo. Massa, Alonso, Raikkonen, Hamilton y Vettel, la cabeza de carrera, mantuvieron el orden establecido. Pero hubo un movimiento discreto, en el segundo plano de la batalla, que luego afectaría al título mundial. Toyota apostó fuerte y aguantó a Glock en la pista para intentar ganar unos cuantos puntos. En la última vuelta, el alemán se desfondó. Sus neumáticos de seco se quedaron en nada y rodó los últimos kilómetros a ritmo de paso de Semana Santa. Anthony Hamilton, el empalagoso padre de Lewis, ya debe estar preparando un generoso obsequio para Glock. Su renqueante última vuelta (1:44.731) le hizo perder dos posiciones, la segunda a manos de Hamilton, justo antes de afrontar la recta de meta. El inglés era campeón. Llanto de alivio en el box de McLaren. Los abrazos estaban ahora en el otro lado, mientras las lágrimas aparecían en el rostro de todo Brasil. El guión resultó perfecto en el capítulo final. Después de dieciocho carreras, más de 5.000 kilómetros de lucha por cuatro continentes, la resolución se demoró hasta la última curva, el último segundo. Hamilton ganó con un triple sobre la bocina después de correr el contraataque con el marcador en contra. Más emoción imposible. Por segundo año consecutivo el campeonato se resolvió en la cita final, de nuevo los primeros de la clasificación -en 2007 fueron tres- terminan apretados en un solo punto, máxima compresión en la lista de pilotos. Y entre tanta exaltación, el segundo escalón del podio encontró a un piloto de Renault. Fernando Alonso despachó una carrera grandiosa, de manual. Fue el primero -junto a Vettel- que se atrevió a sacar del coche las gomas de agua obligadas para empezar la carrera. Un colosal chaparrón obligó a retrasar la carrera diez minutos cuando todos los coches estaban preparados para una carrera en seco. El alemán y el asturiano se catapultaron a las primeras posiciones y presenciaron el dominio de Massa en la carrera. Por momentos, Alonso soñó con disputarle la victoria al brasileño. Pero una cosa es que el R28 haya mejorado y otra que pueda disputarle una carrera a un Ferrari. Pero Alonso sí que se las arregló para aguantar el tipo ante el otro coche rojo. No se arrugó cuando Raikkonen le puso el aliento en el cogote en el tramo final, siete segundos de recorte en sólo doce vueltas. Parecía presa fácil del finlandés, pero el chaparrón decisivo lo salvó cuando todos tuvieron que acercarse a los garajes para colocar otra vez las ruedas aptas para la lluvia. Así que Alonso termina el campeonato como nunca pensó que podía llegar a estar esta temporada. Es el piloto con más puntos en el último tercio del campeonato, ritmo de campeón para un piloto lastrado en la primera parte del año por un monoplaza menor. Hubo meses de trabajo infernal en Renault, presión por parte del piloto y órdenes desde la jefatura de la marca. Tocaron a rebato y montaron un monoplaza que no tiene nada que ver con la tortuga del comienzo del año. Había que convencer al piloto para que siguiera un año más. Y parece que está hecho. La respuesta, cuestión de días. Campeonato del Mundo de Fórmula 1 GRAN PREMIO DE BRASIL



El carrerón de ayer se decidició en el último suspiro y con un suspense digno de don Alfred Hickock, cómo dos escuderías se alegraban por una victoria final... yo saltando de alegría ya que era el único dato desfavorable, para mí, sigo la F1 desde hace mucho tiempo y nunca se me había atragantado un piloto como lo ha hecho este Hamilton, por su comportamiento con Fernando, pero también por su prepotencia, su arrogancia, ese sentirse el dueño de todo... me temo que papá Antony no ha sabido llevarle a la senda del trabajador humilde, probablemente a la de ser una persona normal, por eso se granjea la enemistad.


Fernando ha tenido un año espectacular, digno de todo un bicampeón que es, cadas carrera, cada escudería por la que pasa nos demuestra quien es, estuvo en la mejora de Renault en 2005 y 2006, en la no rotura de motor de McLaren, y ahora partiendo de donde lo hizo, podría ser campeón de nuevo si el campeonato tuviera los Grandes Premios suficientes para ello.


El próximo año nos puede tocar volver a disfrutar, pienso que será así.


A Fernando le han arrebatado el record de ser el piloto más joven en ganar un mundial, pero ha de tenerse en cuenta que Hamilton ha tenido ese gran coche desde que está en la F1, y el apoyo descarado de los "reyes de la igualdad", ja, Fernando hacía un punto con Minardi, algo así como Force India, que este año no ha puntuado.


Me fastidia que McLaren le haya birlado ya, con este, dos campeonatos del mundo, pero me llena de satisfacción el saber que volverá y pronto.


2 comentarios:

pro_magicalonso dijo...

No tiene ningúnn mérito tener ese récord empezando como ha empezado Hamilton, si Alonso empieza con un supercoche en lugar de con Minardi, en lugar despues de ir de probador de Renault, etc, si Alonso llega a empezar con un supercoche como el del niñato, entonces Alonso hubiera sido campeón mucho más joven eso segurisima estoy.
Por otro lado tiene dos récords que nadie nunca le podrá quitar

1 - El primero que ha ganado la 1ª carrera nocturna de toda la historia de la F1.

2 - El primero que ha ganado en Singapur

Ahí queda eso, esos 2 récords son totalmente imbatibles :-)

En cuanto a los dos mundiales que le ha quitado ya McLaren no te preocupes, que disfruten de este bien, porque será el último en mucho tiempo que van a ganar, ya que a partir del año que viene serán otra vez de Alonso, tanto si está en Renault como donde esté.

En cuanto a la carrera de ayer, carrerón en todos lo sentidos.
Saludos

silvo dijo...

Jajajja, si, es cierto esos records ya no los puede quitar nadie, y como dijo Fernando, " aún no me ha quitado lo de ser el piloto más joven en ser bicampeón" jajjaja.

Creo que hasta Fernando piensa que va a ganar el próximo año porque está con buen coche, de partida Renault)o porque lo va a tener mejor ( Ferrari ).

Un abrazo