Alonso: "Sabemos que no podemos fallar ni aquí ni en la próxima, en Singapur"

Camino de Monza todo se repite, es un 'Día de la marmota' a la milanesa. Mismo atasco en la 'tangenciale', mismas obras que jamás terminan en la entrada a la localidad, mismo caos en las puertas y mismo barro en el párking. Cada año, rutinas ya de un gran premio considerado plaza grande, donde hay que brillar —como en Montecarlo, como en Silverstone— porque otras pistas van y vienen pero ésta siempre resiste. La pasión es única, y su colorido, sobre todo el rojo, bandera de la tierra, con el caballo negro relinchando. Casa Ferrari para orgullo de los pilotos, ahora, por primera vez en la historia uno con pasaporte español.
Fernando Alonso se estrena en el circuito donde su equipo corre como local y lo hace con una media sonrisa por culpa de una temporada de grises, negros y escasos blancos. El último cero de Bélgica —abandonó— ha reventado sus cuentas y le empuja a una puerta final de donde no puede pasar. Necesita recortar esos 41 puntos de distancia con urgencia o dirá adiós al título y a las ilusiones de un año ideado para su reencuentro con la gloria. Máxima presión. "Sabemos que no podemos fallar ni aquí ni en la próxima, en Singapur", ha reconocido este jueves.
Una victoria de Lewis Hamilton, el líder, unido a un grave tropiezo del asturiano supondría la bala definitiva a sus aspiraciones. Un riesgo, un reto. "Seremos agresivos, como siempre. Lo haremos bien por nosotros y por toda la gente que nos va a apoyar aquí, un lugar especial", dice el nuevo ferrarista, aclamado en su primera entrada al circuito. Monza parece ideal para los McLaren por su configuración, pero Ferrari no debería andar lejos, según los pronósticos previos, cábalas que este año casi siempre terminan revueltas en la basura.
Futuro domingo y pasado miércoles, todo mezclado en la rueda de prensa de estreno del GP, donde el español una vez más ha sido el máximo protagonista. ¿El motivo? La decisión todavía caliente de la FIA de dejar sin sanción deportiva la maniobra de los coches Ferrari en Hockenheim, cuando Massa cedió la primera plaza a Alonso. La prensa inglesa no parecía muy cómoda con la decisión del organismo y volvió, como hizo tras la carrera alemana, a presionar al asturiano. "¿Si ganas el título, será un título sucio?, volvieron a preguntarle. Su respuesta, directa: "No", acompañando la negación con una sonrisa tensa.
Toreó con paciencia hasta que a la sexta pregunta sobre el acierto o no del veredicto de París, zanjó el tema con contundencia: "¡Estad tranquilos, respetad a la FIA!" A su lado, como espectadores, Button, Barrichello, Trulli y Liuzzi que reclamaron a los gerifaltes de la competición una aclaración urgente sobre la norma de las polémicas órdenes de equipo.

elmundo

Manía tiene el inglés con lo del "título sucio" nadie le llamó así al que ganó Hamilton cuando hubo adelantamiento, órdenes de quipo, en el mismo lugar y que Timo no pudo llegar donde correspondía en iNterlagos, ¿será que es inglés?, no fue sucio el jueguito que una escudería inglesa realizó en 2007 y le birló el título al bicampeón?, menos mal que Fernando sabe como llevar a la prensa tan bien como otras de sus muchas cualidades