domingo, 30 de diciembre de 2012

Vilariño debutará en Daytona en Febrero



Ander Vilariño sigue disfrutando del anillo que hace poco ha recibido como campeón de la primera NASCAR europea, título que le ha servido para convertirse en el primer español que prueba las mieles de la NASCAR, y además debutar en Daytona en febrero, en la semana de más audiencia en los EEUU, donde el campeonato es seguido por millones de aficionados.
El piloto guipuzcoano no correrá las 500 Millas -no las corrió ni Kimi Raikkönen ya que se necesita licencia y experiencia-, pero sí una de las carreras previas, la Battle at the Beach ante otros campeones de series similares.
"Es un honor ser el primer campeón de la NASCAR europea. Quizás aquí es una competición que se conoce más por las películas Días de Trueno o Cars, o por los vídeos de golpes entre coches, pero en Estados Unidos es el segundo deporte más seguido, sólo por detrás del fútbol americano y por delante de la NBA. De hecho, es la NBA del automovilismo", destaca.
Tanto se parece a la Liga de baloncesto, que por ganar le entregaron un anillo de campeón en una gala celebrada en Charlotte. "Ha sido el año más bonito de mi carrera, por ganar el campeonato y por la gala de entrega de premios, en la que hubo 1.200 personas. Estar allí y que el coche estuviese expuesto en el salón de la fama de la NASCAR, al lado del famoso 43 de Kim Petty que sale en la peli Cars, es como un sueño", confiesa.
Reglamento diferente
De hecho, Vilariño asegura que las carreras de verdad son como las que se ven en esas películas. "Es como en esas pelis, los toques entre coches son frecuentes, incluso a veces los incendios. Los coches terminan destrozados cada prueba. ¿Velocidad? Este año he cogido unos 275 por hora, en el circuito de Spa, pero es una velocidad controlada. En los ovales de Estados Unidos llegan a los 350", explica.

La competición en Europa es diferente a la de Estados Unidos. "En Europa hemos corrido con un reglamento diferente, ya que aquí se saca la bandera amarilla en cuanto hay un golpe o pasa algo en la pista, lo que supone es que nos vuelvan a juntar a todos los coches, lleves la diferencia que lleves, algo que no pasa en Estados Unidos. Digamos que aquí se busca más la justicia y allá lo fundamental en el show", indica.
Vilariño se tendrá que adaptar a las reglas americanas para Daytona. "Es una ilusión tremenda. Poder correr en los Estados Unidos una competición de tanta fama es una gran oportunidad. Y voy a ir a ganar. No me juego nada. Será complicado, porque allá están más habituados a correr en circuito oval, pero lo intentaré", avisa.
El piloto guipuzcoano ha recuperado la ilusión que había llegado a perder. "Me voy a quedar en esto. Me encanta. Me ha devuelto la ilusión que pude perder al ver de cerca la Fórmula 1 y no conseguir llegar. Al final de 2010 me planteé dejarlo, porque ganaba carreras pero no despertaba el interés necesario. Este campeonato me despertó de nuevo la ilusión y ahora la tengo a tope con la opción de correr en Daytona", desvela.
Vilariño tiene claro lo único que falta para que la NASCAR sea más conocida en España. "El único problema para que vaya a más es el tema televisivo. Se necesita un contrato, al estilo del que hay en EEUU. Aquí, al ser muchos países, es complicado que alguien televise en toda Europa. Se han emitido resúmenes, pero el empujón definitivo sería que se televisasen las carreras", dice.

Marca

Suerte chaval, de momento todo un campeón

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