Hay dudas sobre el estado físico de Kubica

El estado físico de Robert Kubica es un misterio que ni un test resuelve. Sin embargo, una cosa está clara: su valor es extraordinario. El polaco fue capaz de subirse a un coche como en el que tuvo el terrible accidente hace un año -un Skoda Fabia de rallies- y rodar en las mismas carreteras en las que sufrió el siniestro -Rovegno, la zona de la Liguria, en el Noroeste de Italia.

El antiguo piloto de Lotus Renault montó esta jornada y se dejó fotografiar con todo el mundo que quiso: niños, policías o empleados del bar donde acudió a almorzar. Eso sí, se cuidó mucho de que no se vieran bien sus brazos, especialmente el derecho, el más dañado por el percance. También se le ve con más peso del que tenía en su época en la Fórmula 1 o tras el accidente.
Desde su entorno aseguran que Kubica está ya en condiciones de pilotar asiduamente un World Rally Car, pero aún le falta fuerza en sus extremidades para ponerse al volante de un Fórmula 1. "Quizá lo pueda hacer en junio", confirmaron a MARCA fuentes cercanas al piloto centroeuropeo.

Desconfianza
Eso sí, esas mismas fuentes no se atreven a asegurar su retorno, algo que parece bastante lejano, si es que se produce. El test en Liguria fue más un acto de valentía y un entrenamiento personal que un ensayo. De hecho, no era la primera vez que se subía a un Fabia WRC.

Al menos demuestra que la rehabilitación a la que se ha sometido desde que abandonó el hospital de Santa María della Croce va dando sus frutos.
Igualmente, su presencia en las carreteras italianas sirvió para acallar rumores sobre su pésimo estado físico. "No está en condiciones de sujetar un vaso de agua", había dicho esta semana Jaime Alguersuari en la BBC, aunque, luego, el español matizó que las noticias que tenía del de Cracovia eran por terceras personas.

Quien tampoco tiene claro su regreso es Gerard López, el copropietario de Lotus y jefe durante los días del incidente. El luxemburgués no cree que pueda volver a la competición como mínimo hasta noviembre.

"Es de los pocos pilotos capaces de ganar una carrera de Fórmula 1 con un coche que no está entre los mejores. Es una gran pérdida para la F1", comentó hace unos días en La Gazzetta dello Sport descartándolo como candidato a un volante de Ferrari en 2013.

Sin embargo, López da por zanjada su conviencia con Robert: "Tuvimos la puerta abierta a su retorno, pero ya sabíamos que no volvería en 2011".

Marca

Hay polémica en cuanto al estado físico de Robert, Jaime había afirmado que no puede sujetar un baso para beber agua, mientras ha podido conducir, según vemos, un Skoda Fabia, lo cierto es que hay muchas dudas sobre su brazo derecho, ahora micsmo hay mucha incógnita respecto a su estado yo espero y deseo verle corriendo que era un pilotazo