Sin descanso, los camiones de los equipos plegaron velas en Cheste y enfilaron la carretera rumbo a Jerez. Todo debe estar en orden allí dentro de cuatro días, para comenzar el próximo miércoles otra tanda de pruebas. Trabajo infernal para el grupo de test de cada escudería, distinta cuadrilla a la de las carreras, operarios de lo oscuro, de labores ingratas, horas y horas en el garaje sin la purpurina de los grandes premios ni el champán de las victorias.
Es difícil escuchar a nadie hablar mal de su coche en los primeros días. Toca agradecer los sudores de muchas semanas en la fábrica a los responsables de que la mañana del estreno haya un monoplaza en la pista. Ninguno deja Valencia descontento. Quizá Schumacher, nada pletórico tras los problemas del Mercedes con el reparto de pesos y con el frenazo a la euforia de su regreso. «Tardaremos un tiempo en ganar carreras», dijo.
Nada que ver con el optimismo que reina en Ferrari. No hay ningún integrante del equipo que en público se atreva a lanzar las campanas al vuelo, pero el F10 ha salido de los hornos de Maranello a pedir de boca. Los números que se llevaron desde la fábrica resultaron calcados a los datos recogidos en la pista. Gran noticia. Las muchas horas de banco de pruebas y simulaciones en Italia se dan por muy bien empleadas. El coche es rápido, pero lo mejor para el equipo es que ha salido fiable, muy fiable.
Las sonrisas de satisfacción se escapan por las comisuras de los labios después de tres días al frente de los tiempos en el circuito Ricardo Tormo de Cheste. Massa y Alonso devoraron 1.400 kilómetros sobre el coche rojo, casi la distancia equivalente a cinco grandes premios. Y el Ferrari no dio ni un problema. El miércoles pasado el asturiano rodó 508 kilómetros, más de una carrera y media. Consiguió el mejor registro de los tres días y fue el que más rodó en una jornada. Dio 127 vueltas sin contratiempos mecánicos, sin salidas de pistas, sin toques con otros coches, sin enredarse con nadie en la estrecha calle de los garajes.
El ovetense pasó un día entero metido entre la pista y el box número 47 de Cheste, con apenas veinte minutos para comer un plato de pasta. Salió demacrado. «Tengo el cuello destrozado», dijo para confirmar que sufre más en los entrenamientos que en las carreras, algo que siempre subraya.
El F10, un conjunto de 620 kilos, pura fibra de carbono, parece de hierro. Robusto, fiable y capaz de aguantar el trote de tres días al límite sin quejarse.
No siempre fue así en la vida de Fernando Alonso, feliz ahora en el equipo que construyó a base de victorias la historia de la Fórmula 1. En el lejano 2001, 19 años y papel de meritorio en un circo para él extraño, el Minardi que le permitió ingresar en el club de la F-1 ni siquiera tuvo pretemporada. Lo estrenó en la carrera de Australia, un salto al vacío que acabó por ser el primer capítulo de una trayectoria de calado insospechable entonces.
En aquellos años, los entrenamientos eran pruebas casi clandestinas. Circuitos sin aficionados y el frío del invierno para poner los coches a tono. Alonso fue meritorio otra vez en 2002 y al año siguiente dio el paso a la alineación de Renault. Debutó a la sombra de Trulli, sólo nueve vueltas en Jerez con el monoplaza de la temporada anterior, el R202.
El fenómeno Alonso crecía y en 2003 tuvo un buen estreno. Tercero el primer día en Montmeló detrás de Button y Schumacher.
El R25 del primer título sólo le permitió diez vueltas en Cheste un frío 25 de enero. Fallaba la electrónica. Ya campeón, fue cuarto en 2006 el primer día de Jerez, otra vez con un coche viejo. Ilusionó con McLaren, primero en el test de Valencia y volvió loco a Jerez en su vuelta a Renault el día que rompió el crono con el anticuado R27. Y hace un año, último en Portimao. El R29 ya anticipaba problemas. En Ferrari la historia es muy distinta.
lne
Fernando está con el mejor coche, a estas alturas que ha tebido nunca, eso no quiere decir que va a ganar, por supuesto, Domenicaslli habla de prudencia, es el papel que le corresponde y la actirud que puede hacerles campeones, que es para lo que fichó a Fernando, primero se molestó en traerlo,después paró la evolución del coche anterior para emular un poco a Ross, Ferrari no viene de una etapa buena, solamente ha sido camepeón, en los últimos tiempos Kimi y saben por qué el mayor ridículo que han hecho McLaren y Hamilton dilapidando 17 puntos de ventaja a falta de 20, Fernando probó Minardi en pista en Australia, en Renault de probador solo 9 vueltas con el coche anterior, ya en 2003 se estrenó como tercero en Montmelló, el año del primer campeonato fue con 10 vueltas en Cheste por fallos y 4 en 2006 con el coche anterior, así que hay motivos para la ilusión y lo saben, VAMOS FERNANDO que hemos esperado ya mucho tiempo esta situación en la escudería histótica es la ocasión Domenicalli lo sabe, lo sabemos todos
Es difícil escuchar a nadie hablar mal de su coche en los primeros días. Toca agradecer los sudores de muchas semanas en la fábrica a los responsables de que la mañana del estreno haya un monoplaza en la pista. Ninguno deja Valencia descontento. Quizá Schumacher, nada pletórico tras los problemas del Mercedes con el reparto de pesos y con el frenazo a la euforia de su regreso. «Tardaremos un tiempo en ganar carreras», dijo.
Nada que ver con el optimismo que reina en Ferrari. No hay ningún integrante del equipo que en público se atreva a lanzar las campanas al vuelo, pero el F10 ha salido de los hornos de Maranello a pedir de boca. Los números que se llevaron desde la fábrica resultaron calcados a los datos recogidos en la pista. Gran noticia. Las muchas horas de banco de pruebas y simulaciones en Italia se dan por muy bien empleadas. El coche es rápido, pero lo mejor para el equipo es que ha salido fiable, muy fiable.
Las sonrisas de satisfacción se escapan por las comisuras de los labios después de tres días al frente de los tiempos en el circuito Ricardo Tormo de Cheste. Massa y Alonso devoraron 1.400 kilómetros sobre el coche rojo, casi la distancia equivalente a cinco grandes premios. Y el Ferrari no dio ni un problema. El miércoles pasado el asturiano rodó 508 kilómetros, más de una carrera y media. Consiguió el mejor registro de los tres días y fue el que más rodó en una jornada. Dio 127 vueltas sin contratiempos mecánicos, sin salidas de pistas, sin toques con otros coches, sin enredarse con nadie en la estrecha calle de los garajes.
El ovetense pasó un día entero metido entre la pista y el box número 47 de Cheste, con apenas veinte minutos para comer un plato de pasta. Salió demacrado. «Tengo el cuello destrozado», dijo para confirmar que sufre más en los entrenamientos que en las carreras, algo que siempre subraya.
El F10, un conjunto de 620 kilos, pura fibra de carbono, parece de hierro. Robusto, fiable y capaz de aguantar el trote de tres días al límite sin quejarse.
No siempre fue así en la vida de Fernando Alonso, feliz ahora en el equipo que construyó a base de victorias la historia de la Fórmula 1. En el lejano 2001, 19 años y papel de meritorio en un circo para él extraño, el Minardi que le permitió ingresar en el club de la F-1 ni siquiera tuvo pretemporada. Lo estrenó en la carrera de Australia, un salto al vacío que acabó por ser el primer capítulo de una trayectoria de calado insospechable entonces.
En aquellos años, los entrenamientos eran pruebas casi clandestinas. Circuitos sin aficionados y el frío del invierno para poner los coches a tono. Alonso fue meritorio otra vez en 2002 y al año siguiente dio el paso a la alineación de Renault. Debutó a la sombra de Trulli, sólo nueve vueltas en Jerez con el monoplaza de la temporada anterior, el R202.
El fenómeno Alonso crecía y en 2003 tuvo un buen estreno. Tercero el primer día en Montmeló detrás de Button y Schumacher.
El R25 del primer título sólo le permitió diez vueltas en Cheste un frío 25 de enero. Fallaba la electrónica. Ya campeón, fue cuarto en 2006 el primer día de Jerez, otra vez con un coche viejo. Ilusionó con McLaren, primero en el test de Valencia y volvió loco a Jerez en su vuelta a Renault el día que rompió el crono con el anticuado R27. Y hace un año, último en Portimao. El R29 ya anticipaba problemas. En Ferrari la historia es muy distinta.
lne
Fernando está con el mejor coche, a estas alturas que ha tebido nunca, eso no quiere decir que va a ganar, por supuesto, Domenicaslli habla de prudencia, es el papel que le corresponde y la actirud que puede hacerles campeones, que es para lo que fichó a Fernando, primero se molestó en traerlo,después paró la evolución del coche anterior para emular un poco a Ross, Ferrari no viene de una etapa buena, solamente ha sido camepeón, en los últimos tiempos Kimi y saben por qué el mayor ridículo que han hecho McLaren y Hamilton dilapidando 17 puntos de ventaja a falta de 20, Fernando probó Minardi en pista en Australia, en Renault de probador solo 9 vueltas con el coche anterior, ya en 2003 se estrenó como tercero en Montmelló, el año del primer campeonato fue con 10 vueltas en Cheste por fallos y 4 en 2006 con el coche anterior, así que hay motivos para la ilusión y lo saben, VAMOS FERNANDO que hemos esperado ya mucho tiempo esta situación en la escudería histótica es la ocasión Domenicalli lo sabe, lo sabemos todos
4 comentarios:
Si es bueno frenar la euforia pero vamos que desde luego es mucho mejor empezar como hemnos empezado a como han empezdo el resto y la fiabilidad se ha demostrado que es muy buena y eso es un punto positivo para el mundial. Un abrazo
Van a seguir trabajando, Fernando no sabe hacer otra cosa, Domenicalli está ante una ocasión histótica y lo sabe, ha torado la casa por la ventana para que este año salga todo bien y no se va a dormir nadie, no lo va a consentir, es un buen coche y va a evolucionar, a´si que hay esperanzas todas, euforias las justas
Un fuerte abrazo y gracias pro_mágica
mientras no pasen dos carreras no hay nada escrito por muy bien que se empiece ahi se vera n las carencias y la capacidad para resolver problemas
Este coche está muy bien anónimo, hasta Schumi lo sabe " no estaremos en posición de ganar carreras al principio" Domenicalli sabe que los demás llegarán a él, así que a evolucionar tocan, saludos
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