sábado, 27 de febrero de 2010

«A Bahrein iremos con los deberes hechos»




El alemán Nico Hulkenberg había arrebatado el mejor tiempo a Fernando Alonso por 23 milésimas y el asturiano ya tenía cubierto su cupo de trabajo cuando a la sesión le quedaban todavía unos minutos. Quería darse el gusto de terminar arriba del todo una vez que ya tenía el trabajo hecho. De pronto, el F10 se paró y la bandera roja decidió el final del día. ¿Alarma? ¿De nuevo el fallo eléctrico del día anterior? Nada de eso, por lo menos en boca de un Fernando Alonso sonriente y bromista a pesar de haberse metido entre pecho y espalda en la jornada más de 600 kilómetros dentro del F10. «Son pruebas rutinarias en las que el coche tiene que pararse; si no, sí que habría un problema», dijo ante la multitud de informadores que querían escucharle por última vez antes de viajar a Bahrein. Quizá Ferrari pretendió llegar hasta el final del depósito para comprobar su autonomía real. «Puede que sí, o puede que no», esquivó críptico el asturiano.
Anduvo Alonso regateando preguntas cuando le tocó desmenuzar lo que había sido día. Juguetón. Como cuando no quiso poner nota al coche, «esa pregunta me la salto», dijo, o cuando evitó ofrecer las tres mejores características del F10. «Seguro que diría una tontería, así que me callo». Sí enumeró a McLaren, Mercedes y Red Bull como los equipos candidatos a las primeras victorias, junto a Ferrari, por su puesto. «Los ocho pilotos optaremos al podio en Bahrein», vaticinó ante la cita que abrirá la temporada el 14 de marzo. «Insisto en que este coche es el mejor que he tenido, pero eso no quiere decir que sea el mejor de la parrilla, porque los otros también han trabajado y tratarán de dar la sorpresa en Bahrein», añadió.

Cansado tras una jornada dura y satisfecho después de pasar con el Ferrari por Valencia, Jerez y Barcelona, el resumen de la pretemporada fue sencillo. «En enero teníamos una lista de tareas muy larga y aquí hemos puesto una cruz sobre la última. Llegamos con los deberes hechos».

Hasta que la bandera roja provocada a última hora por el Lotus de Jarno de Trulli frenó su simulación de carrera, Fernando Alonso había encadenado 45 vueltas con los neumáticos duros y sin contratiempos. Logró estabilizar el F10 en tiempos de 1.24 por vuelta. Antes, por la mañana, había probado la realización de tandas clasificatorias, muy cortas. «No han sido calcadas a un sábado de carrera, pero no se trataba de hacer un buen tiempo sino de conseguir ser competitivos. Un coche rápido no tiene por qué ser el mejor en la clasificatoria», comentó.

Siete días de pruebas son los que ha tenido el ovetense para amoldarse al nuevo monoplaza del cavallino. «Me gustaría que hubiesen sido más, pero las normas son así y es lo mismo para todos». Ya en enero, cuando ni siquiera el F10 se había presentado, el asturiano expresaba sus quejas por la escasez de tiempo que tenía para «hacerse» con el monoplaza. Ahora queda lejos el estreno de primeros de febrero en Valencia, cuando ilusionó con el mejor crono del día. «No puedo asegurar que tenga un coche ganador, pero sí que hemos hecho un buen trabajo de pretemporada. El coche funcionó siempre bien y además he tenido suerte con la lluvia, que apenas influyó en los días que me tocó».

A media tarde, después de una intensa reunión con los ingenieros de Ferrari, Fernando Alonso abandonaba el circuito barcelonés rumbo al aeropuerto. Eran más de las seis de la tarde y todavía le aguardaba un numeroso grupo de aficionados a las puertas de la carpa de Ferrari. El premio gordo se lo llevó un niño de no más de 6 años. Entre la maraña de gente se las arregló para ponerse junto al piloto. Vestía un mono rojo, de Ferrari, y Fernando Alonso le estampó una enorme firma en la pechera con un rotulador negro. «Gracias, muchas gracias, eres un grande», le chillaba el padre del chaval al piloto asturiano a la vez que con una minúscula cámara de fotos trataba de inmortalizar el momento, sin demasiado éxito.

Unos metros más allá, junto al pabellón de sus equipos, descansaban los alemanes Michael Schumacher y Nico Rosberg en sus casas móviles. Los pilotos de Mercedes renuncian al hotel en los entrenamientos y duermen en el circuito, en grandes autobuses con un sinfín de comodidades que nada tienen que envidiar a la mejor suite. Bernie Ecclestone, el patrón de la F1, no lo permite en las carreras, pero en los test hay vía libre.


lne

Hecho de menos las declaraciones de Ferando nada más posarse del coche de años pasados, ahora aparecen más completas pero más tarde,no sabremos el motivo de la parada del coche ayer cuando acababa la sesión, ya que no nos lo dicen, no quieren dar pistas, considera que se ha realizado todo el programa previsto para esta pretemporada, y eso que los días de Jerez fueron casi infernales, al padre del niño de seis años, claro que es un grande, en la F1 el más grande, buen detalle, los pilotos de Mercedes duermen en el circuito estará vigilando el espinaje y espiando ellos a su vez jejeje

2 comentarios:

pro_magicalonso dijo...

Están hecho los deberes,y en Bhrein veremos quienes lo han hecho mejor, espero que Ferrari el mejor y veamos desde la primera carrera a Alonso arriba. Un abrzo

silvo dijo...

Fernando va a estar, a ver si no hay grandes sorpresas que ete año promete

Un fuerte abrazo pro_mágica