Una jornada interminable para los coches, incluyendo una larguísima especial que podía marcar diferencias... y lo hizo. Mucha navegación y mucha dureza, dos ingredientes perfectos para un cocktail explosivo, que tuvo consecuencias bien diferentes para los dos españoles que optan a la victoria absoluta en la categoría.
Empecemos por el lado positivo. Nani Roma estuvo inspirado y aunque no fue ajeno a ciertos problemas, fue capaz de imponer el ritmo necesario para anotarse su segundo triunfo parcial en este Dakar, que además le daba el crédito de tiempo necesario para recuperar el liderato provisional. Qué diferente al día anterior...
La cruz de la moneda fue la cara de sólo 24 horas antes. Carlos Sainz salía dispuesto a defender su primera posición, aunque con poco acierto de su navegante y la suerte dándole la espalda. Perdieron tiempo al extraviarse, pero sobre todo le penalizó un sensor de su buggy, que estuvo dando guerra hasta que se paró; les costó localizar la avería y cuando lo hicieron se habían dejado más de una hora en el intento, además de saltarse un punto de paso que le acarreó una sanción de una hora: se coloca octavo en la general pero a casi dos horas del liderato de Roma.
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El día ha sido muy propicio para Roma, que vence en esta infernal (han ardido motos y todo debido a las hierbas y el calor) y es líder, Coma muy bien también
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