Mercedes está siendo el principal objetivo de las culpas del polémico test secreto con Pirelli en Montmeló. La FIA, que amenazó con que puede haber sanciones ya desde el domingo en Mónaco, estudia ahora el informe de los comisarios realizado en pleno Gran Premio, donde se escucharon todos los argumentos.
La irregularidad, flagrante, tiene muchas aristas y dejadeces, sobre todo la falta de transparencia de todas las partes, pero, ante todo, se trata de una violación de la normativa, que no abre la más mínima opción a realizar un test en plena temporada. Los alemanes y el resto de equipos ya recibieron el año pasado un aviso oficial de la FIA de que nunca se podría realizar un test de neumáticos sin el apoyo del resto de escuderías, pero siempre fuera de temporada y todos juntos.
Este año el máximo organismo reconoce que dio el OK a Mercedes y Pirelli para hacer ese test con el coche de 2013, autorización a la que se agarra Mercedes como norma de rango mayor, pero la FIA aclara que lo condicionó a que todos los equipos fueran invitados. Los equipos principales, Red Bull, Ferrari, Lotus o Sauber, afirman que Pirelli les invitó, pero nunca se les avisó de que podrían realizar un test con coches de esta temporada. "Y si se quería hacer con un coche, pilotos y neumáticos de este año se tendría que haber pedido permiso a los demás equipos, cosa que tampoco sucedió", afirma Christian Horner, jefe del equipo Red Bull.
La otra salvedad de la FIA es que el coche lo rodara Pirelli, se supone que con sus pilotos y técnicos, no con Rosberg, Hamilton y los propios ingenieros del equipo de carreras. Y que no supieron nada de nada de cómo se hizo el test. "Lo que está mal hecho, es que un equipo, de forma solapada, pruebe neumáticos de este año conscientemente", insiste Horner.
Mercedes se siente en la cuerda floja y está a la defensiva. Aunque no peligra la victoria de Mónaco, se oye desde Italia que les podría caer una carrera de sanción incluso ya en Canadá. Niki Lauda, directivo de nuevo cuño de la firma alemana, niega la mayor y asegura que la FIA mandó un delegado a los test, por lo que estaba muy bien informada de lo que pasaba: "Cuando nos preguntaron si queríamos hacerlo, nuestro jefe de equipo, Ross Brawn, llamó a Charlie Whiting y le preguntó si el test era compatible con el reglamento deportivo. Charlie consultó a los abogados de la FIA y nos dieron luz verde".
Oscurantismo
La falta de información y transparencia enturbian el asunto. A todos les venía bien, también a Pirelli porque así evitaba más críticas como la que dice que anda ayudando a unos equipos sí y a otros no con el cambio de compuestos. "No nos ocultamos. Los camiones estaban en el circuito, los coches, pilotos, ingenieros, etc, ¿debía acaso poner un tweet?", dice Toto Wolff, jefe ejecutivo de Mercedes.
"La ventaja que han logrado es al menos de un segundo", clama Red Bull en boca de su habitual portavoz Helmut Marko. "Eso es lo que nos dice Adrian Newey que se consigue tras realizar tres jornadas de test", insiste. No en vano, 1.000 kilómetros equivalen a la distancia de tres grandes premios.
La realidad es que Mercedes presentó una suspensión completamente nueva en el Principado, y varios equipos creen que es consecuencia directa de ese test. "Pasaron 10 días entre la invitación y el test, no da tiempo a llevar piezas tan rápido", se defiende Wolff, que entiende que necesitaban rodar con un coche de 2013 para simular y arreglar los problemas de seguridad en los neumáticos que han sufrido esa dramática deslaminación en varias carreras.
Pirelli, que necesita hacer kilómetros porque no tiene otra manera de mejorar sus gomas -Bridgestone en su época disponía de miles de kilómetros para hacerlo- insiste en que Mercedes no sabía lo que probaba (los neumáticos iban identificados con letras tipo Test A, Test B), que el 90% era un trabajo sobre el año que viene, y que sólo al final sacaron compuestos para Canadá, además de forma improvisada.
La FIA parece tener ahora en sus manos varias vías: pasar página, permitir un test similar a todos los equipos cuanto antes y quitarse este error de encima o que su Tribunal Internacional imponga una multa a Pirelli y una sanción a Mercedes.
Marca
No es de recibo hacer este test que ha hecho Mercedes y la FIA debe tomar cartas en el asunto cuanto antes, probaron con el coche, los pilotos y los ingenieros de este año, mejoraron, dice Red Bull que un segundo, la solución quizás no sea que todos hagan esos test ya que no todos progresarán lo mismo, es una sanción compensatoria pero ¿qué sanción?, no se como Pirelli se ha metido en este fregado
La irregularidad, flagrante, tiene muchas aristas y dejadeces, sobre todo la falta de transparencia de todas las partes, pero, ante todo, se trata de una violación de la normativa, que no abre la más mínima opción a realizar un test en plena temporada. Los alemanes y el resto de equipos ya recibieron el año pasado un aviso oficial de la FIA de que nunca se podría realizar un test de neumáticos sin el apoyo del resto de escuderías, pero siempre fuera de temporada y todos juntos.
Este año el máximo organismo reconoce que dio el OK a Mercedes y Pirelli para hacer ese test con el coche de 2013, autorización a la que se agarra Mercedes como norma de rango mayor, pero la FIA aclara que lo condicionó a que todos los equipos fueran invitados. Los equipos principales, Red Bull, Ferrari, Lotus o Sauber, afirman que Pirelli les invitó, pero nunca se les avisó de que podrían realizar un test con coches de esta temporada. "Y si se quería hacer con un coche, pilotos y neumáticos de este año se tendría que haber pedido permiso a los demás equipos, cosa que tampoco sucedió", afirma Christian Horner, jefe del equipo Red Bull.
La otra salvedad de la FIA es que el coche lo rodara Pirelli, se supone que con sus pilotos y técnicos, no con Rosberg, Hamilton y los propios ingenieros del equipo de carreras. Y que no supieron nada de nada de cómo se hizo el test. "Lo que está mal hecho, es que un equipo, de forma solapada, pruebe neumáticos de este año conscientemente", insiste Horner.
Mercedes se siente en la cuerda floja y está a la defensiva. Aunque no peligra la victoria de Mónaco, se oye desde Italia que les podría caer una carrera de sanción incluso ya en Canadá. Niki Lauda, directivo de nuevo cuño de la firma alemana, niega la mayor y asegura que la FIA mandó un delegado a los test, por lo que estaba muy bien informada de lo que pasaba: "Cuando nos preguntaron si queríamos hacerlo, nuestro jefe de equipo, Ross Brawn, llamó a Charlie Whiting y le preguntó si el test era compatible con el reglamento deportivo. Charlie consultó a los abogados de la FIA y nos dieron luz verde".
Oscurantismo
La falta de información y transparencia enturbian el asunto. A todos les venía bien, también a Pirelli porque así evitaba más críticas como la que dice que anda ayudando a unos equipos sí y a otros no con el cambio de compuestos. "No nos ocultamos. Los camiones estaban en el circuito, los coches, pilotos, ingenieros, etc, ¿debía acaso poner un tweet?", dice Toto Wolff, jefe ejecutivo de Mercedes.
"La ventaja que han logrado es al menos de un segundo", clama Red Bull en boca de su habitual portavoz Helmut Marko. "Eso es lo que nos dice Adrian Newey que se consigue tras realizar tres jornadas de test", insiste. No en vano, 1.000 kilómetros equivalen a la distancia de tres grandes premios.
La realidad es que Mercedes presentó una suspensión completamente nueva en el Principado, y varios equipos creen que es consecuencia directa de ese test. "Pasaron 10 días entre la invitación y el test, no da tiempo a llevar piezas tan rápido", se defiende Wolff, que entiende que necesitaban rodar con un coche de 2013 para simular y arreglar los problemas de seguridad en los neumáticos que han sufrido esa dramática deslaminación en varias carreras.
Pirelli, que necesita hacer kilómetros porque no tiene otra manera de mejorar sus gomas -Bridgestone en su época disponía de miles de kilómetros para hacerlo- insiste en que Mercedes no sabía lo que probaba (los neumáticos iban identificados con letras tipo Test A, Test B), que el 90% era un trabajo sobre el año que viene, y que sólo al final sacaron compuestos para Canadá, además de forma improvisada.
La FIA parece tener ahora en sus manos varias vías: pasar página, permitir un test similar a todos los equipos cuanto antes y quitarse este error de encima o que su Tribunal Internacional imponga una multa a Pirelli y una sanción a Mercedes.
Marca
No es de recibo hacer este test que ha hecho Mercedes y la FIA debe tomar cartas en el asunto cuanto antes, probaron con el coche, los pilotos y los ingenieros de este año, mejoraron, dice Red Bull que un segundo, la solución quizás no sea que todos hagan esos test ya que no todos progresarán lo mismo, es una sanción compensatoria pero ¿qué sanción?, no se como Pirelli se ha metido en este fregado
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