Si todo en Ferrari fuera como Alonso, no tendrían rival, Red Bull sería sólo una buena escudería, Vettel uno más, Newey seguiría recordando otras épocas, otros coches, y el resto no serían nada”. Me lo dijo ayer un campeón del mundo de Fórmula 1 de cuyo nombre no puedo hablarles. “Cuéntalo si quieres, es la verdad y debe saberse, pero no digas que te lo dije yo”, me susurró en el circuito de Austin mientras Adrian Newey firmaba autógrafos, Helmut Marko sonreía o lo que quiera que sea eso que hace con la boca cuando está contento, es decir cuando gana Vettel, y Sebastian salía del coche después de volver a hacer donuts con su RB9 tras una victoria. ¿Y Alonso?
Pues Fernando terminaba destrozado una lucha más contra los molinos de viento para acabar quinto. Cuarto año en Ferrari. Subcampeón. Otra vez. Tres de cuatro. Pero el mañana será distinto. Sí, ya sé que ha leído o escuchado esa frase muchas veces, pero esta vez existe una base importante para creer, para confiar en que el futuro por venir será mucho mejor para el piloto español.
Y es que Ferrari lleva un tiempo dando la vuelta a la escudería como un calcetín, el proceso es lento, pero este año está culminando una auténtica revolución para dejar en el recuerdo cada una de las causas que han provocado que el mejor piloto del mundo aún no se haya estrenado como campeón con la escudería más legendaria. ¿Qué ha fallado estos años en Ferrari? Muchas cosas, cierto, pero sobre todo las herramientas, el túnel del viento, el simulador, la organización interna.
Pero Domenicali y los suyos, con Pat Fry como ejecutor estos años, están convirtiendo una escudería que se hizo aún más grande con el proceso de prueba y fallo, de poner el coche en la pista de Fiorano y lo que no funcionaba volver a hacerlo, algo que desde hace un tiempo no es efectivo. En Ferrari lo saben y están cambiando todo para volver a ganar, invirtiendo mucho dinero en revolucionar una leyenda. Lo contaba Domenicali en AS: “Tras un período de tres años en el que hemos cambiado prácticamente todo, sistemas de simulación, software, organización..., este año logramos partir con un instrumento fundamental: el túnel del viento nuevo de Maranello, a una escala del 60%, con una dimensión mucho más grande, con un ‘motion system’ que te permite tener ángulos y movimientos del modelo avanzados. Todos esos instrumentos en una F-1 así de competitiva son necesarios para poder ganar”.
Y es cierto, ahora se necesitan otras herramientas y eso es lo que ya, al fin, va a tener el equipo de Maranello, el túnel del viento ya funciona y se han hecho las primera pruebas de correlación con el de Toyota en Colonia, un simulador más efectivo, el fichaje de Allison, la fábrica en construcción, aumentar el peso político... en fin, imaginen y ahora tienen motivos que todo funciona como Alonso, que Ferrari es lo que esperaban, sueñen, quizá el próximo año se haga realidad.
AS
Buen artículo de Franco, silamente me queda desear que estos cambios sean edectivos, ah! lo de mejorar el peso político es algo que vengo pidiendo insistentemente, esta supremacía de Red Bull una vez comenzada la temporada no se expresó hastta el cambio de neumáticos y Ferrari debería haberla evitado
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