Sainz: "Fernando siempre me ha apoyado muchísimo. Desde que tenía 13 ó 14 añossiempre que ha tenido una oportunidad en la prensa ha dicho que yo era su sucesor. Su sucesor entre comillas, porque no va a haber sucesor de Fernando Alonso"

"Fernando siempre me ha apoyado muchísimo. Desde que tenía 13 ó 14 añossiempre que ha tenido una oportunidad en la prensa ha dicho que yo era su sucesor. Su sucesor entre comillas, porque no va a haber sucesor de Fernando Alonso", matizó el madrileño. "Siempre hablaba muy bien de mí y siempre se lo voy a tener en cuenta", añadió ante la pregunta dePablo Motossobre la relación de amistad entre ambos.

El de Toro Rosso confesó queel piloto asturiano es una inspiración para éldesde que era un niño. "Era mi héroe, mi ídolo, porque gracias a él yo decido que quiero ser un día como Fernando Alonso.Me sale del alma decir: Yo quiero ser como tú", ratificó.

Sainz explicó la avería que sufrió su monoplaza el pasado domingo y que le obligó a abandonar la carrera en Austria. "Es como si te falla la batería del móvil, es que te falla la batería y ya está. Por esa tontería llevas 35 vueltas dejándote la piel, se te rompe la batería, te vas a casa y el fin de semana ya se ha pasado. Una faena".

El español recordó su accidente sin consecuencias durante los entrenamientos de pretemporada en Barcelona y su forma de reaccionar para restarle importancia y no transmitir signos de debilidad. "Soy frío para lo bueno y para lo malo. Es que es lo que tenemos que hacer. Al final, tu compañero de equipo, los otros pilotos no pueden ver que estás tenso. Tú estás ahí, te has pegado una 'leche' como la que me pegué en Barcelona en los test, sales del coche,estás muy cabreado contigo por lo que acabas de hacer, pero estás ahí tan tranquilo, oye".

Sainz reveló que soportó un impacto de 40 G (40 veces la fuerza de la gravedad) y que le obligaron a hacerse un chequeo médico. "El impacto fue a unos 180 km/h, unos 40 G. Cuando superas unas determinadas G de impacto se enciende una lucecita en el coche que te obliga a ir al centro médico. Me mandaron al centro médico, y yo con un cabreo... 'Que no me ha pasado nada, que no quiero ir, qué pereza. Quiero meterme en mi habitación, pegarle un par de puñetazos al almohadón sin que nadie me vea...' Además, hay cámaras en el centro médico que te hacen entrevistas y yo, sonriendo, decía a todas: 'No ha pasado nada'.No sé cómo lo hice pero no me pasó nada", relató.

Marca

Eres quien nos va a ilusionar mucho y en breve