Abunda desde hace tiempo la opinión entre sus rivales de que Nadal golpea con todo su empeño, como antes, pero la bola ha perdido vuelo y, sobre todo, giro. Su 'liftado' no alcanza la profundidad ni el bote de los buenos tiempos. Él insiste en que no ha perdido peso desde que los tendones de sus lastimadas rodillas, sustento principal de su tren superior, amenazaron con desgarrarse y frenaron un comienzo de curso difícilmente mejorable -cinco títulos, entre ellos el Abierto de Australia y tres Masters 1.000-, pero en Londres muchos destacan una evidente reducción de su volumen muscular para aliviar la carga de sus articulaciones inferiores
Coincidencia o no, Verdasco se puso el pasado invierno en manos de Gil Reyes -gran defensor del trabajo con pesas-, aumentó considerablemente su envergadura, ascendió rápidamente en la clasificación y hoy comienza a quejarse de sus rodillas. Igual o menos pesado, aquellos dos meses de reposo, fisioterapia y muchos quebraderos de cabeza devolvieron a un jugador anestesiado, capaz de avanzar en los torneos a base de raza, y porque es muy bueno, pero derrotado siempre al topar con algún otro miembro de la aristocracia del circuito.
"Mi nivel no es para ser número uno, mi nivel está en trabajar duro y entrenarme para estar listo lo antes posible y competir en igualdad de condiciones con mis rivales, con completa confianza en mi juego. Nadal insiste en destacar el lado mental del problema. Niega constantemente algún tipo de impedimento físico, pero es precisamente su cuerpo, dolorido o no, el motor de esa pérdida de confianza. Opinan también algunos oponentes que la bola de Nadal viaja más lenta porque hoy no la alcanza tan sobrado y, por tanto, sus apoyos no son tan consistentes como antes.
Mats Wilander ofrece otro punto de vista. "Nadal no está jugando de una manera diferente, aunque quizás no esté tan fuerte, comenta el sueco. Ha perdido peso, a lo mejor por su problema en las rodillas, pero más que de jugar mal, se trata de que Robin Soderling descubrió en Roland Garros la manera de derrotarle. Desde entonces, Nadal ha perdido muchos partidos. Incluso jugadores como Nicolás Almagro o Tommy Robredo han aprendido a jugar contra él de la forma correcta. No se puede jugar contra Nadal a la defensiva porque entonces pronto controlará el punto. Hay que golpear la pelota muy ponto, plana y tan fuerte como puedas. Todo el mundo busca eso ahora, así que Nadal deberá hacer cosas diferentes, sobre todo con su derecha".
Ese camino ya lo encontraron antes Blake, Berdych y Youzhny, la diferencia es que ahora todos se atreven. Algo similar sucede en el Bernabéu o el Camp Nou en tiempos de crisis, donde equipos acostumbrados a no aventurarse más allá del centro del campo intuyen la fragilidad del gigante y acaban por perderle el respeto. Eso no quiere decir que gigante este muerto. "Nadal aún no ha alcanzado su mejor estado de forma después de aquellas lesiones, y el tenis bajo techo no su fuerte, pero no comparto la opinión de que está acabado. El año que viene volveremos a ver al mejor Nadal, apuesta Boris Becker.
José Perlas apunta en un artículo publicado en EL MUNDO que el jugador balear hace tiempo comenzó a trazar ese camino diferente que exige Wilander. "Nadal empieza a marcar distancias con respecto a su versión original. Trata de vivir más cerca de la línea de fondo, prestar mayores atenciones a su servicio y ampliar su repertorio, como sucede con el revés cortado, que a veces practica excesivamente", explica el técnico. "Sin perder sus señas de identidad, quiere ir dejando atrás al tenista de zapatilla quemada que frenaba el ímpetu del contrario a costa de un sacrificio excesivo. De momento debe acostumbrarse a vivir en una zona que aún le es ajena. Y eso, como todo en la vida, lleva su tiempo".
Roger Federer sabe que todo lo que sea acentuar los problemas de Nadal repercute indirectamente de forma negativa en el mérito de los dos títulos más señalados de su carrera, Roland Garros -único Grand Slam hasta esta temporada ausente en su palmarés- y el sexto Wimbledon -decimoquinto grande, uno más que el anterior récord de Sampras-. "Creo que no deberíamos exagerar", declaró recientemente. "Nadal ha firmado unos primeros cinco meses del año increíbles. Vale, se ha perdido Wimbledon, no ha podido defender el título, pero a parte de ese periodo, se le ha visto bien. Ha ganado el Abierto de Australia, ha disputado partidos tremendos y aún cuenta con opciones de finalizar la temporada como número uno. No me parece un escenario tan horrible".
Lo del número uno queda aplazado para el año próximo. Una victoria de Federer ante Murray (hoy, no antes de las 21.45) o Del Potro bastará al suizo para recobrar matemáticamente, de manera definitiva, la corona cedida en 2008. Sólo Ivan Lendl ha sido capaz de recuperar el primer puesto de la clasificación final (1989), sólo Lendl y Sampras cuentan con cinco Masters en su currículo, uno más que el suizo.
Nadal no piensa ahora en el 'ránking' sino en llegar intacto a la final de la Copa Davis y, sin una sola semana de respiro, comenzar a preparar el verano australiano, donde le espera una defensa de 2.000 puntos. Djokovic acecha. Si el serbio, 95 encuentros ya este año en la maleta, los 11 últimos resueltos con éxito, se proclamase campeón invicto (1.500 puntos), Nadal debería haber sumado dos triunfos en la fase de grupos, ante Djokovic y Davydenko, dos de los tenistas que le han derrotado en las últimas semanas, para no entregar su posición al inspirado balcánico.
elmundo
Yo lo que me parece observar es que Rafa sin la lesión estaría ganándoles como solía, pero la lesión ha sucedido y ha tenido que recuperarse de ella físicamente, ha ido forzando poco a poco, y ha mejorado muchísimo, ahora está en un nivel que esta cercano al anterior a la lesión pero quizás aún la lleve en su subsconsciente, no quiere recaer, los rivales han visto que ahora es más vencible que antes, la lucha psicológica no le es tan favorable como antes, la física va creciendo y la otra también, debe seguir con paciencia, puede haber algún golpe que no le esté saliendo igual pero puede volver a recuperarlo, también puede ser cierto que esté en una especie de variante de juego y necesite asentarse, para mejorar debe jugar y lo está haciendo eso es lo principal, me gusta la opinión de Bscker. está en proceso de adaptación a la nueva situación, aún así está como lo que es un gran campeón.
Coincidencia o no, Verdasco se puso el pasado invierno en manos de Gil Reyes -gran defensor del trabajo con pesas-, aumentó considerablemente su envergadura, ascendió rápidamente en la clasificación y hoy comienza a quejarse de sus rodillas. Igual o menos pesado, aquellos dos meses de reposo, fisioterapia y muchos quebraderos de cabeza devolvieron a un jugador anestesiado, capaz de avanzar en los torneos a base de raza, y porque es muy bueno, pero derrotado siempre al topar con algún otro miembro de la aristocracia del circuito.
"Mi nivel no es para ser número uno, mi nivel está en trabajar duro y entrenarme para estar listo lo antes posible y competir en igualdad de condiciones con mis rivales, con completa confianza en mi juego. Nadal insiste en destacar el lado mental del problema. Niega constantemente algún tipo de impedimento físico, pero es precisamente su cuerpo, dolorido o no, el motor de esa pérdida de confianza. Opinan también algunos oponentes que la bola de Nadal viaja más lenta porque hoy no la alcanza tan sobrado y, por tanto, sus apoyos no son tan consistentes como antes.
Mats Wilander ofrece otro punto de vista. "Nadal no está jugando de una manera diferente, aunque quizás no esté tan fuerte, comenta el sueco. Ha perdido peso, a lo mejor por su problema en las rodillas, pero más que de jugar mal, se trata de que Robin Soderling descubrió en Roland Garros la manera de derrotarle. Desde entonces, Nadal ha perdido muchos partidos. Incluso jugadores como Nicolás Almagro o Tommy Robredo han aprendido a jugar contra él de la forma correcta. No se puede jugar contra Nadal a la defensiva porque entonces pronto controlará el punto. Hay que golpear la pelota muy ponto, plana y tan fuerte como puedas. Todo el mundo busca eso ahora, así que Nadal deberá hacer cosas diferentes, sobre todo con su derecha".
Ese camino ya lo encontraron antes Blake, Berdych y Youzhny, la diferencia es que ahora todos se atreven. Algo similar sucede en el Bernabéu o el Camp Nou en tiempos de crisis, donde equipos acostumbrados a no aventurarse más allá del centro del campo intuyen la fragilidad del gigante y acaban por perderle el respeto. Eso no quiere decir que gigante este muerto. "Nadal aún no ha alcanzado su mejor estado de forma después de aquellas lesiones, y el tenis bajo techo no su fuerte, pero no comparto la opinión de que está acabado. El año que viene volveremos a ver al mejor Nadal, apuesta Boris Becker.
José Perlas apunta en un artículo publicado en EL MUNDO que el jugador balear hace tiempo comenzó a trazar ese camino diferente que exige Wilander. "Nadal empieza a marcar distancias con respecto a su versión original. Trata de vivir más cerca de la línea de fondo, prestar mayores atenciones a su servicio y ampliar su repertorio, como sucede con el revés cortado, que a veces practica excesivamente", explica el técnico. "Sin perder sus señas de identidad, quiere ir dejando atrás al tenista de zapatilla quemada que frenaba el ímpetu del contrario a costa de un sacrificio excesivo. De momento debe acostumbrarse a vivir en una zona que aún le es ajena. Y eso, como todo en la vida, lleva su tiempo".
Roger Federer sabe que todo lo que sea acentuar los problemas de Nadal repercute indirectamente de forma negativa en el mérito de los dos títulos más señalados de su carrera, Roland Garros -único Grand Slam hasta esta temporada ausente en su palmarés- y el sexto Wimbledon -decimoquinto grande, uno más que el anterior récord de Sampras-. "Creo que no deberíamos exagerar", declaró recientemente. "Nadal ha firmado unos primeros cinco meses del año increíbles. Vale, se ha perdido Wimbledon, no ha podido defender el título, pero a parte de ese periodo, se le ha visto bien. Ha ganado el Abierto de Australia, ha disputado partidos tremendos y aún cuenta con opciones de finalizar la temporada como número uno. No me parece un escenario tan horrible".
Lo del número uno queda aplazado para el año próximo. Una victoria de Federer ante Murray (hoy, no antes de las 21.45) o Del Potro bastará al suizo para recobrar matemáticamente, de manera definitiva, la corona cedida en 2008. Sólo Ivan Lendl ha sido capaz de recuperar el primer puesto de la clasificación final (1989), sólo Lendl y Sampras cuentan con cinco Masters en su currículo, uno más que el suizo.
Nadal no piensa ahora en el 'ránking' sino en llegar intacto a la final de la Copa Davis y, sin una sola semana de respiro, comenzar a preparar el verano australiano, donde le espera una defensa de 2.000 puntos. Djokovic acecha. Si el serbio, 95 encuentros ya este año en la maleta, los 11 últimos resueltos con éxito, se proclamase campeón invicto (1.500 puntos), Nadal debería haber sumado dos triunfos en la fase de grupos, ante Djokovic y Davydenko, dos de los tenistas que le han derrotado en las últimas semanas, para no entregar su posición al inspirado balcánico.
elmundo
Yo lo que me parece observar es que Rafa sin la lesión estaría ganándoles como solía, pero la lesión ha sucedido y ha tenido que recuperarse de ella físicamente, ha ido forzando poco a poco, y ha mejorado muchísimo, ahora está en un nivel que esta cercano al anterior a la lesión pero quizás aún la lleve en su subsconsciente, no quiere recaer, los rivales han visto que ahora es más vencible que antes, la lucha psicológica no le es tan favorable como antes, la física va creciendo y la otra también, debe seguir con paciencia, puede haber algún golpe que no le esté saliendo igual pero puede volver a recuperarlo, también puede ser cierto que esté en una especie de variante de juego y necesite asentarse, para mejorar debe jugar y lo está haciendo eso es lo principal, me gusta la opinión de Bscker. está en proceso de adaptación a la nueva situación, aún así está como lo que es un gran campeón.
4 comentarios:
Yo sigo diciendo que todo es cuestión de confianza cuando Rafa la recupere en si mismo volverá a ser el mismo de siempre, él ya está recuperado y en el tenis no ha sido ni será el primero que se lesione como él, tienen bastante carga pero en ningún deporte están exentos de lesiones.
De todos los comentarios podría estar más de acuerdo en el Wilander, ya saben el punto flaco ded Rafa y ahora todos atacan por ese lado, pero para eso está su tio y entrenador Toni Nadal para que haga cosas nuevas y así descoloquen a todos.
Un abrazo
Ojalá sea eso pro_mágica ya que él sabrá jugar de la neva forma, se que eso lo superará seguro
Un fuerte abarzo pro_mágica y muchas gracias
Totalmente de acuerdo. Creo que fisicamente esta recuperado, pero todavia le falta ese puntillo, para llegar a ese nivel de forma, donde era claramente duperir a sus rivales.
También creo que le falta confianza. Venia de una etapa donde casi no sabia que era perder. También creo que influye el momento de de Roger, que se ha recuperado de ese bajón que tuvo y que Djokovic y Murrai entre otros, estan a un nivel vastante superior al de años atras.
Pero si todo va bien y Rafa es un currante, tarde o temprano volverá a estar como antes.
Si no recae va a volver a estar arriba, esas lediones son muy fastidiadas y dofícil arriesgar todo, como antes, pero si sigue así se meterá donde le corresponde, saludos Loco de los deportes
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