"La posición está ahí. Vamos a intentar acabar la carrera para ver lo que podemos sacar de positivo del fin de semana. Seguramente es el peor circuito del calendario para nosotros, por eso se decidió cambiar dos motores aquí, salir últimos y tomarlo con calma. Sabíamos que era el anticircuito para nosotros y se confirma", comentó Alonso tras ser decimoctavo en la Q1.
El piloto español explicó que la de la calificación fue la primera vuelta del día, después de no haber podido rodar en los terceros entrenamientos por un problema mecánico. "Es complicado. No vamos muy rápido y la de hoy es la primera vuelta del día. Hace más calor, más viento... Hay poco más que extraer al coche", agregó Alonso, que se mostró dispuesto a ir "descubriendo cosas" durante la carrera.
"Mañana cuando salgamos a la carrera iremos descubriendo cosas, intentaremos ir haciendo las modificaciones oportunas en carrera, en los 'pit stop' modificando el alerón, ruedas duras, blandas... Tenemos esa flexibilidad de probar cosas mañana, porque no somos competitivos para estar en la pelea con casi nadie", comentó.
Alonso explicó que una de las claves para que este circuito sea tan lesivo para los McLaren es la longitud del trazado (7,004 kilómetros, el más largo del Mundial) y que tiene muchas rectas con aceleración a fondo. "Son siete kilómetros, muchas rectas. No es lo mismo un circuito de cuatro kilómetros y sin rectas como Hungría. En circuitos tan largos como éste o Imola nos toca sufrir. En Singapur y Suzuka nos tocará disfrutar", dijo el piloto asturiano.
"Este año hay que tomarlo así, aprovechar las oportunidades, como las de Hungría, con una carrera caótica y estuvimos para recoger el quinto puesto. Las carreras como esta tenemos que seguir probando cosas arriesgadas. Mañana si llueve o pasa algo no tenemos nada que perder y podremos arriesgar un poco más", finalizó.
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Así es Fernando
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