Pastor Maldonado se ha puesto flamenco y no quiere prestar su coche. El venezolano se ha negado a ceder su Lotus los viernes a su compañeroJolyon Palmer, campeón de la GP2 en 2014 y probador dela escudería británica. El gran perjudicado es el compañero de Maldonado,Romain Grosjean, que se está sacrificando para que Palmer no se quede mirando y se foguee con el E23.
En algunos equipos de Fórmula 1 es habitual que los pilotos oficiales se turnen para ceder su monoplaza esporádicamente al piloto reserva enla primera sesión de entrenamientos libresde cada gran premio. Grosjean prestó su asiento en China, por lo que en Bahréin le tocaba cederlo a Maldonado. Sin embargo, el venezolano se negó y volvió a 'pringar' el francés, que ya llevados préstamos seguidos.
Según el diario finlandés 'Turun Sanomat' y la revista británica 'Autosport', Maldonado se acogió a unacláusula de su contratoen la que se estipula que tiene derecho a rodar en todas las sesiones. Y no sólo eso. La petrolera venezolanaPDVSAes uno de los principales patrocinadores de Lotus, con una inversión cercana a los 40 millones de euros al año, lo que proporciona ciertos privilegios al piloto de Marcay.
La negativa de Maldonado ha sido rotunda. El venezolano "ha dejado claro al equipo que su contrato le da derecho a participar en todas las sesiones en cada Gran Premio", informa Autosport.
Grosjean, sin tanto apoyo económico como su compañero, sólo puede quejarse por ser él quien ceda siempre. "Esto no es ideal para los pilotos, ya queperdemos una hora y media de entrenamiento", expresó el piloto francés, quien no obstante se mostró comprensivo con la situación financiera de Lotus. "Tenemos una realidad económica, lo que significa que la F1 no es fácil. Los equipos tienen que buscar todas las soluciones posibles para financiar sus presupuestos
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Quien pone la pasta manda
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